Pocas veces el colectivo chino de nuestro país se manifiesto, pero en este caso, la indignación por el suicidio de un compatriota ha encendido los ánimos en Esplugues de Llobregat, en Barcelona. Dicen que se sucidió por el acoso que sufría por parte de los vecinos. Le habían denunciado varias veces por los malos olores que despedía su restaurante. Sus amigos dicen que no aguantó la presión vecinal. Una historia trágica y complicada para algunos un caso de xenofobia y racismo. Tras la clausura del llegó la desesperación. El hombre, agobiado por las deudas, decidió quitarse la vida hace...