A la madre de Sara no le quedan hoy fuerzas ni para que le den el pésame por la muerte de su hija. Numerosos familiares y amigos se han reunido para despedirse de la pequeña de 6 años. Nadie podía contener las lágrimas. El padre de Sara sufría una depresión por la crisis que atravesaba la pareja. El domingo tiró a la niña por un precipicio y después se lanzó él. Avisó por teléfono a su mujer de lo que iba a hacer, pero cuando ella alertó a la policía ya era demasiado tarde.