Comprar una cajetilla de tabaco es caro y los jóvenes se los piensan cada vez más. También topar copas se está poniendo por las nubes. Los padres restringen la paga a sus hijos y éstos ya no pueden permitirse los lujos de antes. Según la encuesta sobre alcohol y drogas, que se presentará a finales de este mes, baja también la ingesta de hachís, el único estupefaciente que se mantiene es la cocaína.