Cansada de los celos y las agresiones verbales de su marido, Josefa decidió marcharse de casa. Esa misma mañana, Francisco la amenazó con un cuchillo y la golpeó con un martillo hasta 5 veces para impedírselo. Hoy, sentado en el banquillo de los acusados, ha reconocido los hechos. Dice que lo hizo convencido de que ella tenía un amante.Francisco se enfrenta a 21 años de cárcel por un delito de maltrato habitual, agresión sexual y homicidio en grado de tentativa. Él sólo reconoce la última agresión, de la que Josefa logró salvar la vida.