Su clínica fue objeto de frecuentes ataques. Incluso había sobrevivido a un intento de asesinato hace 16 años, cuando una activista antiaborto le disparó en ambos brazos. Pero ayer, los tiros fueron más certeros, y George Tiller moría al entrar, como cada domingo, en la iglesia. Era aquí donde un hombre disparaba mortalmente al ginecólogo, famoso, por ser uno de los únicos tres médicos en todo Estados Unidos que practicaba el aborto en avanzado estado de gestación. La policía ya ha anunciado el arresto de un sospechoso. El hombre, de unos cincuenta años, fue localizado tres horas después del asesinato...