El presidente francés, Nicolas Sarkozy, teme que la cumbre del G-20 que tiene lugar en Londres no sirva para lo que realmente importa. Sin haber llegado todavía a Londres, Sarkozy ha dicho que no ve acuerdos concretos sobre la mesa. No acepta que asuntos que considera clave como la regulación financiera o el control sobre los paraísos fiscales se queden en el tintero.