Tranquilidad en la UD Almería
Rubi habla de Lopy y explica que «él ha tenido un calentón, se ha equivocado y lo vamos a gestionar como siempre gestionamos estas situaciones con normalidad y aplicando pues nuestro protocolo»
El punto más delicado de la comparecencia vivida al término del partido frente a la SDEibar fue el enfado de Dion Lopy después de ser ... sustituido. Rubi, con serenidad, explicó su postura ante el incidente y lo enmarcó en un contexto de normalidad, advirtiendo que la situación no le gustó. «Yo creo que ni a mí, ni a ti, ni a nadie supongo, porque cuando uno cuestiona una decisión del entrenador que es una decisión cualquiera como otra que puede ser, pues nada hay que respetarla, él ha tenido un calentón, se ha equivocado y la vamos a gestionar como siempre gestionamos estas situaciones con normalidad y aplicando pues nuestro protocolo y ya está, se ha equivocado y no hay más que darle vuelta. No voy a hacer de eso ahora una montaña porque tampoco es una cosa habitual y ya está, la hemos pillado en caliente y ya está. Sin más, no hay mucho más que decir».
Más pausado
Posteriormente, el entrenador rojiblanco volvió a referirse al asunto, ya en un tono más analítico, justificando su decisión desde el punto de vista táctico y disciplinario. «Ahora hemos acabado el partido y normalidad en cuanto al trato que siempre hacemos con los jugadores, pero obviamente cuando estemos en calma trataremos el tema. Pero tiene toda la razón del mundo, él tiene una forma de jugar que va al límite, cosa que nos gusta porque al final queremos ser gente que vaya fuerte al balón y que intente robar. Yo creo que además hay que añadir que el campo está muy blando, cualquier resbalón en cualquier momento podría implicar una segunda amarilla y hasta a lo mejor nos podríamos haber planteado cambiarlo en el descanso, pero con 3-0 hemos pensado intentar jugar con la situación porque además él ha jugado todo el año pasado sin doble amonestación, pero yo veía hoy algo más de riesgo a esa situación».
El incidente, lejos de alterar la armonía del vestuario, sirvió para evidenciar la unión del grupo, cuando el propio Robertone se acercó a calmar al senegalés en pleno arrebato. Un gesto que, según Rubi, define el compromiso interno de la plantilla y la madurez de su núcleo más veterano.
No hay que olvidar que el futbolista senegalés lleva ya cuatro cartulinas amarillas, por lo que está a una de la suspensión, y que además fue expulsado en el partido disputado frente al Racing de Santander, cuando el equipo ganaba 2-0, con 566 minutos celebrados. El año pasado fue el jugador más amonestado de la competición con 20 cartulinas amarillas.
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