Nueva tentativa para el Girona

Como en años anteriores, el comienzo no está siendo regular. Con cambio de técnico –Míchel en lugar de Francisco–, el camino iniciado se parece al de las pasadas campañas en las que fueron claramente de menos a más, llegando al tramo final en primavera en plena forma.

Situados en decimoquinta posición en la tabla, con déficit anotador habiendo marcado cinco y encajado seis goles, las cosas no terminan de marchar bien. No obstante, en Girona no hay preocupación excesiva precisamente porque están muy presentes las remontadas llamativas de los años anteriores. Es más, el propio técnico, el madrileño Míchel Sánchez, ha repetido en varias ocasiones que está encantado con su plantilla, una vez cerrado el mercado, ya que cuenta con un núcleo duro de hasta diez hombres «con un nivel de experiencia alto en la categoría» y otros tantos jóvenes «con un talento brutal». Hace apenas unas semanas volvió a referirse a su plantilla destacando la disciplina de la misma y que cuenta con los futbolistas idóneos para convencido de que posee los jugadores «necesarios e idóneos» para «ser un equipo con energía y con un juego agresivo con y sin balón», añadiendo que «lo importante de los jóvenes no es dónde están, sino adónde van a llegar».

Míchel está alternando sistemas basados en el tradicional 1-4-4-2, especialmente cuando juegan fuera de casa y atendiendo al potencial del rival, con el agresivo 1-4-3-3, habitual en Montilivi y con el que se encuentran cómodos. Y es que al Girona le gusta tener el balón, mandar en el partido y crear ocasiones para su potente delantera en la que sigue destacando Stuani, hombre franquicia de los catalanes y que con 35 años suma 84 dianas como jugador del Girona, junto al innegable talento de Samu Saiz.

El mayor problema que está teniendo el conjunto catalán en este arranque de temporada está en la falta de contundencia defensiva y, curiosamente, también en su ataque. En las cinco primeras jornadas encajó seis tantos, con una inestabilidad defensiva llamativa. Sin embargo, este problema parece haberlo resuelto, ya que en las dos últimas jornadas ha conseguido dejar su portería a cero.

En cuanto al escaso bagaje anotador, a nadie escapa que, con el potencial ofensivo referido, los goles empezarán a llegar más pronto que tarde y con ellos la remontada que todos esperan, tanto su afición como los propios rivales.