Con el punto de mira desviado
La UDA ha logrado celebrar solamente un gol en las dos primeras jornadas tras haber rematado hasta en 32 ocasiones al marco contrario
JORDI FOLQUÉ
Domingo, 28 de agosto 2016, 22:44
Continúa en el seno de la UDA el enfado por la actuación arbitral de Cordero Vega. Al que acusan de ser el responsable de la ... derrota ante el Real Oviedo. Sin querer quitarle 'méritos' al colegiado cántabro, sí que se debería mirar, también, los errores propios. Los que han impedido, pese a ser mejor que el Cádiz y dominar de forma muy clara la primera parte en el Carlos Tartiere, que los rojiblancos sumen más del punto de seis que llevan en su casillero. Una cifra que deja a los de Fernando Soriano en la parte baja de la clasificación. Cierto es que se está en la segunda jornada y queda (casi) toda la competición por delante. Pero no es menos cierto que en el seno del entorno de la entidad almeriense se pasa muy rápido de la euforia a la depresión y viceversa.
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Cuando quedan tres días para el término del mercado de fichajes, una estadística está por encima del resto a la hora de analizar los motivos por los que la UDA tiene solamente un punto. El porcentaje tan bajo de acierto de cara al marco contrario. Los almerienses son de los que más rematan. Pero el punto de mira lo tienen muy desviado. Tan solo un gol en 180 minutos es un muy pobre balance. Y no es porque la mentalidad sea defensiva y se tenga 'vértigo' a meterse en campo rival. Todo lo contrario. Se pisa, se llega al área y se dispara. Pero con una muy mala elección de la ejecución.
Lo dijo el entrenador tras empatar contra el Cádiz. Lo repitió después de la derrota en Oviedo. «Nos ha faltado aprovechar las ocasiones. Hemos fallado en el remate. También en el último pase». Dos últimas frases que tienen su unión. Porque en varias ocasiones se ha preferido el disparo desde la frontal a encontrar un compañero mejor ubicado para rubricar la acción de ataque. El gran handicap del equipo almeriense en este principio del campeonato liguero. ¿Falta un goleador? La pregunta cuya respuesta es afirmativa viendo el porcentaje de acierto. Una pregunta que tiene respuesta negativa viendo las cifras goleadoras de Quique González (15) o de Fidel (11) el pasado curso liguero y que, por ahora, no se han estrenado.
Números muy flojos
El que más lo ha intentado ha sido Chuli. El delantero onubense ha sido la referencia más adelantada en los dos encuentros disputados. Un total de ocho remates repartidos en seis contra el Cádiz y un par frente al Oviedo. Pero solamente en una ocasión ha encontrado el camino a la portería contraria. El resto, desviados o en los que un defensa ha podido mandar a córner. Durante la pretemporada había recuperado el olfato goleador que no encontró el pasado curso. Solamente seis tantos en todo el campeonato fue su escaso bagaje goleador. El técnico sigue teniendo una gran confianza en el trabajo que realiza durante los partidos.
Lo curioso de esta estadística llega al ver que el segundo que más veces busca el marco contrario es Fran Vélez. El pivote defensivo lo ha intentado hasta en cinco ocasiones. De cabeza en una jugada de estrategia o, también, desde fuera del área en un rechace.
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El único que ha obtenido el premio es el tercero que más lo ha intentado. Por tanto, el único que no tiene un 0 en su porcentaje. Ha marcado el gol que está en el casillero del haber en la UDA. Un remate con la zurda tras una jugada ensayada de un córner. Fue contra el Cádiz. El segundo entre los tres palos lo hizo en el Tartiere. Una acción que supuso la recriminación de Fidel. El onubense se encontraba completamente desmarcado y en mejor posición. El más claro ejemplo de que el remate no es lo mejor cuando el pase entraña más peligro. La calidad es más positiva que la cantidad.
Aunque la más clara la obtuvo Quique González en su primer remate esta temporada. A dos metros de la línea de gol, su remate se encontró con el cuerpo de Carpio. Lo que imposibilitó la victoria en el estreno liguero. En Oviedo pudo lograr el que hubiese sido el empate provisional, pero no acertó con la puerta defendida por Juan Carlos.
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Y es que los porteros rivales tan solo han tenido que realizar cinco paradas para atrapar los remates del plantel entrenado por Fernando Soriano. Tres fueron en el primer partido. Otro par en la primera salida. Un claro ejemplo de que el dominio de la UDA en ambos encuentros, durante grandes fases de los mismos, no se tradujo en poner en serios aprietos a los rivales. Ni tan siquiera fue necesario convertirlos en 'salvadores' a los guardametas.
Si el gol es lo que marca la diferencia entre un ganador y un derrotado, en la UDA es lo único que falta. En las demás facetas domina. Pero ninguna de ellas da los puntos para lograr los objetivos. Solamente vale tener la puntería afinada.
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