Sacar turno para poder negociar
La UDA emplaza a que el club tenga clara su estrategia antes de determinar los que pueden salir
jordi folqué
Miércoles, 15 de junio 2016, 22:47
Es la ley no escrita de todos los años y, en el actual, no será menos. Después de una temporada con muchos cambios, los jugadores ... quieren saber su futuro lo antes posible. Queda casi un mes para la vuelta al trabajo y, en algunos casos, no han terminado de competir. Pero todos desean saber si estarán en un lugar o en otro para 'disfrutar' mejor del periodo de asueto y no estar muy pendientes de lo que le diga el representante de turno. En la UDA no es un caso aislado. Así que la intranquilidad es la palabra que ahora mismo asoma en gran parte del plantel que terminó el ejercicio a las órdenes de Fernando Soriano.
Alfonso García, presidente de la entidad, no quiere que nadie le marque los tiempos. Desde su llegada al club rojiblanco en 2003, el empresario ha querido ser él el que pusiera las fechas para las reuniones. Sobre todo si es un entrenador o jugador al que le está pagando una nómina y, el profesional, quiere saber su futuro antes de lo que García estima que debe ser la negociación. Lo sabrá cuando el dueño de la entidad estime oportuno. Así están todos. Como si fuese en un mercado o en el médico, sacando número a la espera de tener esa cita cara a cara para conocer de primera mano las intenciones de la UDA con el protagonista en cuestión.
Retraso en los despachos
Aunque se dice que las prisas no son buenas consejeras, casi dos semanas después de acabar la temporada tan solo se ha anunciado la continuidad de Fernando Soriano como entrenador del primer equipo y, a comienzos de esta semana, la llegada de Juanito como su segundo técnico. Nada más. Se esperaba que el club pudiera hacer oficial la contratación del director deportivo que sustituyera a Alberto Benito el lunes. Agua. No pudo ser. Tampoco el martes. Pese a que sean pocos días, todo está provocando algunos retrasos.
Ahora mismo la cabeza visible de todo es Fernando Soriano. Casi que la única. Como entrenador, Alfonso García le ha dado libertad para que junte de gente de su confianza. Primero para el primer equipo. Pero, también, para la dirección deportiva que tenga que hacer una 'limpieza' en la estructura del club. Mucho trabajo por hacer. De ahí que sea una premisa saber el nombre de los que estarán en los despachos. Para que el maño vaya supervisando y dando su aprobación a las negociaciones y al nuevo UDA. Porque, como ya hemos venido informando desde IDEAL, el pasado y el futuro si se parecen será una pura coincidencia.
Y mientras que se intenta ir poniendo nombres a los diversos puestos en la estructura deportiva, los jugadores del primer equipo están a la espera. El técnico quiere tener conversaciones individuales con cada uno. Algunas ya ha tenido el maño. Para exponerle a cada uno su idea de cara al nuevo curso. Para sentir lo que le transmite el que ha sido compañero hasta la jornada 38 del recién terminado campeonato liguero y que, desde ese momento, pasaron a ser 'empleados' de Soriano. Alguno, según ha podido saber este diario, se está arrepintiendo de actuaciones, gestos o comentarios realizados dentro del vestuario a lo largo de la temporada y que, ahora debe hablar con el que estaba sentado a su lado.
El preparador tiene claro los jugadores que quiere que sigan en la siguiente campaña. Igual de claro que puede comprender que sean los que más 'novias' tengan de otros equipos. Pese a la muy irregular campaña del equipo, de manera individual hay futbolistas como Ximo Navarro o, sobre todo, Quique González que se han salvado. Ahí entrará la opción de que Soriano tenga la capacidad para convencer a los que quiere que sigan en el Estadio de los Juegos Mediterráneos y que ellos, por su parte, quieran quedarse al comprobar la confianza del técnico. Todos quieren hablar y notar lo que la otra parte quiere contarle. En este punto, el que sepa esperar su turno tendrá mucho ganado.
A la espera de cambios
Todas las partes (club y jugadores) saben que el tiempo de fichajes acaba a final de agosto y hay mucho tiempo para que todo pueda cambiar. El primero que lo tiene claro es Fernando Soriano. De ahí que su deseo sea tenerlo todo lo más atado lo antes posible. Pero se está dando cuenta que no depende de su propia decisión.
Todo está en un compás de espera. Se sigue negociando. Pero, como si fuese el efecto dominó, hasta que no caiga la primera pieza no se pondrán en acción el resto. Las que deben conformar la nueva UDA.
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