El Mirandés se ofrece como candidato
El rival. ·
Con un fútbol directo, eficaces en el juego aéreo y muy disciplinados, los de Lisci son el equipo que mejor rentabiliza sus goles y apuestan fuerte por el ascensoJavier Gómez Granados
Almería
Jueves, 12 de diciembre 2024, 22:59
El CD Mirandés es de esos clubes que, con el paso de los años, gana méritos y reconocimientos por su buena gestión. Con pocos recursos ... y mucha imaginación van consiguiendo configurar equipos competitivos que, en algún momento, pueden dar la campanada con su sonado ascenso a Primera. Y este año va camino de ser ese momento. Nadie contaba con ellos para el ascenso, pero ya nadie duda de que es el equipo tapado de la temporada, aquel que no existía para el ascenso pero que, a punto de concluir la primera vuelta, se ha destapado definitivamente a los ojos de todos sus rivales. Desmantelado año tras año, consigue renacer y competir. De hecho, esta temporada apenas repiten cinco futbolistas del pasado ejercicio. Y los resultados, al menos de momento, vuelven a dar la razón al trabajo realizado en las oficinas del club.
Con una defensa rigurosa y disciplinada, los burgaleses han implantado un sistema estoico de juego en el que resaltan sus virtudes, especialmente la solidaridad y el sacrificio colectivo, obligando a los rivales a exprimirse al máximo para acercarse a su portería. Mientras tanto, sacan petróleo de sus recursos ofensivos, obteniendo puntos sin necesidad de marcar muchos goles.
Sistema de juego
El joven técnico italiano, sólo 39 años, Alessio Lisci, está demostrando ser un buen estratega y un magnífico motivador. Situado en segunda posición, plaza que le disputa su próximo rival, la UDA, el Mirandés de Lisci apuesta por un dibujo 1-5-3-2 en el que destacan los laterales, carrileros de largo recorrido para los que queda libre toda la banda. Mientras, tres centrales bien compenetrados cierran la retaguardia para que los hombres de creación trabajen con más tranquilidad. Cuando toca echarse atrás, la defensa es de cinco, muy poblada y bien asistida por los pivotes.
A pesar de que pueda parecer defensiva su propuesta, más aún cuando es el equipo que menos goles encaja –sólo 13 goles, casi la mitad que la UDA– la realidad es que quiere el balón, busca la portería rival y gusta del juego vistoso y del control del esférico. Con el balón en su poder llena de gente el centro del campo mientras los laterales se convierten en puñales ofensivos. Con ellos se descarga mucho la presión del rival en la zona ancha. Y con dos delanteros en el área, los centros laterales cobran especial importancia. De hecho, el juego aéreo es uno de los puntos fuertes de este equipo que contrasta, por cierto, con el punto más débil de la UDA de Rubi.
El Mirandés tiene un juego directo, tanto por bandas como buscando a sus delanteros, especialmente por arriba. No dudan en disparar cuando hay ocasión. No se pierden en mil pases, aunque buscan siempre recuperar pronto la pelota. Ahí es donde adquiere valor la disciplina colectiva y la concentración constante de sus jugadores.
El Mirandés es segundo por algo. No es el equipo con más nombre pero sí el más sólido. El que menos encaja y el que mejor rentabiliza sus goles. Y, de momento, el único que tiene a tiro de un solo partido al líder de la categoría.
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