Mariño, céltico de corazón, a muerte con el Almería en Balaídos

Ganar en Balaídos puede dar pie a dar un paso hacia la permanencia, en una fase de la temporada en la que el equilibrio entre la tranquilidad y la sobrexcitación deben aparecer para que el equipo navegue hacia puerto seguro. Para Mariño, «el que más consiga controlar los nervios, controlar esta tensión y tenga la cabeza más fría en estos últimos partidos va a ser el que lo consiga», en referencia a la permanencia que persiguen tantos equipos en este momento.

De todas formas, si no se gana a domicilio es complicado lograr el objetivo. «Sí por supuesto, hay que cambiar el chip, la mentalidad no es mala, el chip no es malo porque no hemos estado lejos de poder conseguir victorias, exceptuando el partido de Girona». Apuntaba el rojiblanco que «el equipo siempre compite, siempre hemos tenido opciones, pero no se ha dado. Entonces hay que darle una vuelta de tuerca y tenemos que ganar fuera porque los puntos de fuera, como en casa sabemos que estamos fuertes y que hacemos las cosas muy bien, los de fuera te dan un empujón bastante importante y tenemos ya que empezar porque cada vez cada menos».

Para eso, el trabajo es un paso al frente, más aún si se hace como se ha visto en esta pasada semana, sin fútbol, pero como si lo hubiera. «Nosotros no estamos en una situación como para regalar nada y no podemos regalar ni un entrenamiento. A pesar de ser una semana que el fin de semana no se competía, lo decía el míster, se entrenó muy bien, entrenamientos muy intensos en los que pudimos trabajar muchas cosas de cara al equipo y a lo que queremos hacer y una semana muy provechosa que tenemos que darle continuidad, más si cabe esta semana que sí que hay competición. Fue una semana muy buena para no haber competición y estar un poco desconectados».

Ese trabajo de la semana tiene como objetivo superar a un rival que no se parece al que visitó el Power Horse Stadium el pasado octubre. Entonces, con Coudet en el banquillo, el equipo llegaba a Almería inmerso en una mala dinámica de juego y de resultados. Ahora, con Carlos Carvalhal es a la inversa, de modo que Europa no le queda lejos. «Se han distanciado de los puestos de abajo y creo que no va a tener problemas para salvarse. Ellos están intentando apurar sus opciones de poder engancharse a Europa, visto que este año está mucho más baja la puntuación que en años anteriores y puede alcanzarlo, porque todavía les queda tiempo y la dinámica es buena. Sí es verdad que desde que llegó el nuevo entrenador la base la tenían, la calidad la tienen porque los jugadores son muy buenos, era también extraño verlos ahí y el entrenador nuevo consiguió dar con la tecla, encontrar un camino y al equipo le ha venido de perlas. Encima los jugadores importantes han dado también un paso al frente y el equipo está haciendo las cosas muy bien, con una dinámica muy buena y no es fruto de la casualidad».

Un paso al frente en Balaídos será un paso al frente en la pelea por la salvación, para la que hay que tener equilibrio entre la mesura y la tensión. «Yo creo que hay que encontrar ese equilibrio, los extremos en estos casos no son buenos, ni la sobretensión ni la poca tensión. Son momentos en que hay un poquito más de tensión, pero creo que el equipo que consiga darle la mayor normalidad a esta situación y consiga llegar a afrontar y jugar los partidos sin demasiada tensión, sin demasiados nervios, va a ser el que consiga el objetivo».

En ese sentido, el cancerbero rojiblanco, con experiencia de otras temporadas, apuntaba que «lo que intentamos es jugar tranquilos, con responsabilidad, porque no se puede jugar como si no estuviésemos jugando nada, con la máxima alegría, pero sí mantener la calma, que no pasa nada, quedan muchos partidos y hay que plantear lo que trabajemos durante toda la semana, llevar nuestro plan al campo y habrá momentos buenos en los que hay que aprovecharlos y en los momentos que no estemos tan bien pues unirnos, replegarnos o juntarnos todos y trabajar como equipo, pero tampoco sin volvernos locos y esperar a que nuestro momento vuelva a llegar».

Mariño consideraba, en UDA Radio, que «el que más consiga controlar los nervios, controlar esta tensión y tenga la cabeza más fría en estos últimos partidos va a ser el que lo consiga y creo que nosotros, los que más experiencia tenemos o más tiempo llevamos, es lo que intentamos transmitir a la gente, que no se vuelva loca, que hay jugar, hacer lo que lo que trabajamos y lo que entrenamos, que lo estamos haciendo muy bien durante la semana». De hecho creía estar en lo cierto en cuanto a la facilidad de los logros «si jugamos con cabeza y sin pensar en nada más que no sea el partido y el planteamiento que preparemos».