La fe y la madurez 'unen' al Almería B para frenar a La Unión
Segunda RFEF. ·
El filial desafía al destino ante La Unión Atlético, en un partido que puede marcar el inicio del renacerEl Almería B afronta hoy, a las doce del mediodía en el Anexo, un partido con sabor a punto de inflexión. La temporada todavía está ... en su primer tercio, pero la necesidad ya aprieta. Seis derrotas consecutivas pesan demasiado para un equipo que no ha perdido la cara a los partidos, pero sí los puntos por detalles que se repiten. En Jaén volvió a ocurrir. Un gol en el 96 tiró por tierra el esfuerzo de un grupo que compitió, generó ocasiones y rozó un resultado que habría cambiado el ánimo. «Hicimos muchas cosas bien; solo faltó mantener el empate en los últimos minutos», reconocía Alberto Lasarte esta semana, aún con la espina de lo ocurrido. El técnico pide transformar la rabia en impulso y la frustración en energía para que el Anexo vuelva a ser terreno de confianza.
El duelo frente a La Unión At. llega en el momento justo para medir la fe y la madurez del filial. El rival murciano, pese a haber caído en sus dos últimos encuentros de Liga, se mantiene entre los equipos mejor construidos de la categoría. Conserva buena parte del bloque que el pasado curso rozó el ascenso directo y cayó en la primera eliminatoria del playoff. Un grupo sólido, con experiencia y capacidad para manejar los partidos desde la calma. «Es un equipo hecho para ascender, muy trabajado, de los que saben entender esta categoría», advertía Lasarte, consciente de que el margen de error será mínimo. No es casualidad que los encuentros de La Unión se decidan por marcadores cortos. Apenas concede goles, se ordena con rigor y sabe esperar su momento. En un grupo donde cada punto pesa, el equipo visitante representa justo lo contrario del caos, control, pausa y eficacia.
Sin fisuras
Para el Almería B, la clave será combinar intensidad y acierto. «Hay que estar finos en un día como éste», subrayaba su técnico, recordando que La Unión es, junto a Puente Genil y Xerez, de los equipos que menos tantos encajan. En los entrenamientos de la semana, el cuerpo técnico ha insistido mucho en la finalización, en la defensa de área y en los despejes, aspectos que se han pagado caros. La sensación general es que el equipo compite bien, pero que los pequeños errores lo penalizan en exceso. «Estamos insistiendo mucho en mejorar ahí y cada vez lo hacemos mejor. Por eso entiendo que estamos más cerca de ganar», apuntaba Lasarte, que ha trabajado también en recuperar la confianza, liberar la ansiedad del gol y mantener la concentración con el marcador apretado.
Pese a la racha negativa, el Almería B no transmite imagen de rendición. Todo lo contrario. En los últimos dos partidos ha marcado y ha generado ocasiones claras, con un Iker Burgos que ha comenzado a ver puerta y que refuerza la esperanza en el trabajo de ataque. «Romper el bloqueo del gol era necesario. Ahora falta que los goles se conviertan en puntos», reconocía el entrenador. El vestuario comparte ese diagnóstico. El equipo no está lejos, pero necesita un golpe de confianza que cambie la inercia. Ganar, más que un alivio, sería una declaración de intenciones.
Entrada gratuita
Como siempre, habrá entrada gratuita para los abonados con su carné rojiblanco con el objetivo de que el Anexo recupere ambiente y empuje. En momentos como este, el 'jugador número 12' cobra más sentido que nunca. «El equipo tiene ganas de reivindicarse en casa», decía Lasarte, que ve en su estadio el escenario ideal para volver a levantar la cabeza. La afición, que ha sabido reconocer el esfuerzo pese a los resultados, espera ver al filial con la misma personalidad que mostró ante el Real Jaén, donde solalmente la mala fortuna impidieron puntuar.
Enfrente, La Unión Atlético llega con sus propios deberes. Su entrenador ha mantenido el mensaje de confianza en un bloque que sigue compitiendo bien, aunque los resultados recientes no acompañen. En su estilo se mezclan oficio y prudencia, equipos ordenados, partidos de ritmo controlado y una lectura táctica que lo convierte en un rival de máxima exigencia. La Unión no necesita dominar para ser peligrosa, le basta un error ajeno para castigar. Ese equilibrio entre solidez y oportunismo explica por qué se mantiene en la pelea por la zona alta pese a su pequeño bache.
El encuentro estará dirigido por el colegiado alicantino Lidón Rocamora, un árbitro experimentado en la categoría, conocido por su criterio firme y por mantener los partidos bajo control. Su presencia añade un punto de serenidad a un choque que promete tensión competitiva y mucha intensidad desde el inicio.
Más allá de los nombres y los sistemas, el domingo se jugará algo más profundo, la credibilidad. El Almería B sabe que el tiempo de las buenas sensaciones ha pasado y que lo que necesita ahora son hechos. La confianza en el trabajo de Lasarte es total dentro del vestuario, pero sólo los puntos pueden convertir esa fe en impulso real. El técnico lo resumía sin rodeos. «Estamos fastidiados porque creemos que merecemos más, pero también convencidos de que lo vamos a revertir. Este equipo no está muerto».
Y quizá por eso el duelo ante La Unión Atlético tiene un valor simbólico. No sólo se trata de ganar, sino de confirmar que el proyecto sigue vivo, que las derrotas no han roto la unión del grupo ni su identidad. El Anexo será el escenario de esa prueba de carácter, un partido donde el resultado puede marcar un antes y un después. Porque a veces, en el fútbol, hay tardes que no solo valen tres puntos; valen la fe.
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