Otra broma de mal gusto

Y hasta aquí la parodia de comentario. Porque la UDA, con la broma defensiva que sigue siendo, no permite un análisis normal de lo que debería de ser un partido de fútbol profesional. Porque normalizar más de dos goles encajados por encuentro impide diseccionar con cierto criterio futbolístico otro partido más. Que no hay manera. Que no la hay. Que el VAR, con sus grotescos errores, es sólo un detalle innecesario de valorar si los de Rubi siguen haciendo el ridículo en defensa, convirtiendo en ridícula la mayor labor exigida a un equipo de una Liga Profesional española.

Si los rojiblancos fueran sólo medianamente normales en su tarea defensiva, sí que podríamos señalar con ira las barbaridades arbitrales, que las hay siempre y en todos los partidos de todos los equipos. Pero cuando la labor más seria de un equipo profesional de fútbol se convierte en un chiste, las excusas que pudieran buscarse se transforman en una forma de humor negro del malo.

El cambio de sistema de la pasada jornada, con el subidón moral por el buen partido y, en definitiva, los avances logrados, han vuelto a ser enterrados bajo tres metros de tierra. Goles y más goles en la portería defendida por, según Mohamed, los mejores centrales de Segunda. Lo dicho, una broma que no tiene ninguna gracia.

Sólo queda cruzar los dedos, aguantar chaparrones de vergüenza como los que estamos viviendo y llegar con constantes vitales al mercado de invierno para corregir, si son capaces los que no lo fueron antes, el tremendo error que es la defensa del Almería.

Y no bromear más con el ascenso, menos aún con el directo. Porque no estamos para soportar, ni un minuto más, la burla de ser un equipo con ínfulas al que todos humillan, en Primera, en Segunda, en Copa y allá donde nos llamen. La afición va a cerrar filas con su equipo, sin duda. Pero sería un detalle que el equipo cerrara su portería.