Fernando Pacheco habla de su rol en la UD Almería

Esas ganas de aportar se demuestran en los entrenamientos, pero ya tiene ganas de hacerlo en el campo. «Está claro que todos queremos jugar, pero lo importante es el equipo. Yo he venido aquí a dar lo mejor de mí, a sumar veteranía, que haya una competencia sana, una calidad muy buena de entrenamientos. Hay una muy buena relación entre los tres porteros, todos competimos por lo mismo y al final es el míster el que decide y en esta ocasión le toca a Fernando –Martínez–, que lo está haciendo muy bien y a mí me toca esperar mi momento».

Los dos porteros llamados a jugarse la titularidad son algo más que porteros. Por eso, el pacense supo, cuando vino, a qué se enfrentaba. Aseguró venir «sabiendo que no iba a ser fácil cuando yo he llegado aquí porque Fernando está haciendo las cosas muy bien y lo poco que lo he conocido me parece una persona fantástica».

Pacheco vive una situación de contrastes, de un Alavés que ha estado con él seis temporadas en Primera, a un Almería que vive su primer año, después de descender en 2015, en la máxima categoría y no todo es fútbol. «He pasado de una de las ciudades más frías a una en las que hace más calor, pero contento. Tanto yo como mi pareja, disfrutando de esta nueva experiencia y con ganas de seguir adelante y disfrutando mucho».

Y, aclimatación al margen, con un año del que espera muchas cosas. «Esto es una etapa que fue todo muy rápido, se hizo a final de mercado, está claro que yo cuando llegué sabía que no iba a ser fácil, que había un compañero que lo venía haciendo muy bien, que había conseguido un objetivo como era el de subir a Primera División, quedando Zamora y haciendo una grandísima temporada y con un gran inicio. Pero, como digo, lo importante es el equipo. Mi trabajo y obligación ahora es entrenar, dar lo mejor de mí y estar preparado por si el míster lo necesita y a la vez empujar a Fernando a que no se relaje. Esto consiste en que haya una buena competencia, siempre desde el respeto. El que sale beneficiado es el equipo».

Sin en Vitoria tenía algunos almerienses y exrojiblancos como compañeros, ahora tiene a Rodrigo Ely, que fue alavesista. «Guardamos una muy buena relación, la mantuvimos todos estos años y me alegro mucho, sobre todo por Rodrigo, porque es una persona, un profesional de los más grandes que yo he visto y me alegro de este momento que está viviendo aquí. Ha tenido momentos difíciles y ha conseguido darle la vuelta. Hay pocas personas que se merezcan más esto que él».

Todo en una temporada un tanto rara por el parón que vivirá la competición entre noviembre y diciembre como consecuencia de la disputa del Mundial. «Va a ser muy raro. No se ha vivido nunca este tipo de eventos en esas fechas. Tenemos que estar preparados, confiar en los profesionales que saben cómo ajustar las cargas para que el equipo, cuando haya ese parón, se descanse lo justo, pero que se vuelva a hace otra pretemporada y llegar como motos cuando nos toque volver».