El Almería busca el antivirus que ponga fin a la mala racha

En Cádiz está el antídoto y se le conoce como 'victoria', lo que sucede es que como todo 'antivirus' será caro conseguirlo. Después de cinco jornadas casi 'hospitalizado', el Almería se salvará si consigue superar a un equipo que lleva una racha poco alentadora, sin 'calificativo', pero con síntomas, porque suma dos victorias en los últimos diez partidos y con dos de las cinco derrotas encajadas en la racha en las dos últimas jornadas –cayó en casa frente al Málaga y lo hizo en El Molinón el viernes pasado–. Hubo un tiempo en el que los equipos que acudían al Carranza se 'abrazaban' a que visitar al 'Submarino Amarillo' en Carnaval era casi salir indemne, algo que no vale desde hace la 2011/12.

Agarrarse a síntomas ajenos al trabajo no es lo más idóneo. Es precisamente eso, el trabajo, lo que debe conducir al equipo rojiblanco a encontrar el camino del triunfo que servirá para despejar alarmas, miedo y nerviosismo y, ciertamente, lo que se ha visto, cuando se ha trabajado con 'luz y taquígrafos', añade esperanzas de que se puede abandonar 'área prohibida', si es que puede hablarse así de un equipo que es tercer clasificado, por más que haya malas rachas que casi todos han tenido. El duelo de hoy requiere paciencia. El Cádiz no se caracteriza por tener el balón 'en los pies', pero sí que es cierto que lo controla sin tenerlo. Es un conjunto que maneja el partido, que renuncia a la posesión, pero que hace de la intensidad y de la velocidad sus armas, una pieza importante de su catecismo y que, si se adelanta en el marcador, aún tendrá menos balón, pero seguramente contará con más llegadas.

El Almería, cuando menos, tendrá que igualar la intensidad si quiere estar con opciones de triunfo. Ese ha sido un trabajo llevado a la máxima durante estos días, no sólo acomodando el tema físico, sino también el del alma, porque puede que la falta de ideas para superar rivales –ha pasado en las últimas cinco jornadas– sea más culpa de que las ideas llegan más rápidas que lo que requieren las piernas. Lo cierto es que la intensidad puede hacer que se encuentren los espacios que no se han visto en los últimos partidos, en los que se ha perdido el 'matrimonio' con el gol y la solidez defensiva. Esta se recuperó el pasado sábado frente al Fuenlabrada, pero lo de ver puerta no ha sido un valor en alza o simplemente un valor para los indálicos.

Está claro que los rojiblancos deberán volver a manejar las áreas si, como se pretende, se quiere ganar un partido que llega precedido de los malos hábitos para ambos y aquel de los dos que se alíe con la paciencia tendrá mayor terreno ganado para buscar la victoria. Un aspecto que caracteriza a los amarillos, aunque no sucede últimamente.

El Almería lo hará seguramente con un equipo en el que vuelve a estar disponible Iván Martos, que la pasada semana no pudo estar frente al Fuenlabrada por haber visto, en el partido disputado en Huesca, la quinta amarilla del segundo ciclo. Se antoja que el lateral zurdo que llegó a la UD Almería para jugar en la cantera y crecer ha demostrado que es un fijo también con José María Gutiérrez, como antes lo fue con Pedro Emanuel o la pasada temporada con Fran Fernández.

Las primeras sesiones de la semana, llevadas a cabo en el Anexo del Estadio de los Juegos Mediterráneos, apuntan a un equipo 'normal' en cuanto al sistema táctico, si bien es cierto que las dos últimas sesiones, la del jueves y la del viernes, se llevaron a cabo a puerta cerrada y, amén de finalización y puntería, seguramente se ensayaron otras cosas de las que saldrán los once que disputen el partido desde el inicio. Bien es cierto que en la sesión de ayer Fran Villalba y José Carlos Lazo se cayeron y trastocan los planes del técnico que podría haber apostado por alguno de los dos o con ambos para el once inicial con vistas al partido. El primero de ellos tiene unas molestias musculares y el segundo en la rodilla. Ambos están pendientes de pruebas médicas. De esta forma son cinco las bajas por lesión, contando con las ya conocidas de Petrovic, Coric y Juan Ibiza. Además, Ozornwafor se quedó fuera por decisión técnica.

De ello se desprende que pueda entrar Valentín Vada en el perfil zurdo, aunque, teniendo en cuenta que la banda diestra del Cádiz es el 'pasillo' habitual de Salvi Sánchez, no sería descartable que Jonathan Silva apareciera para poner freno a esa banda y ayudar así a Iván Martos.

Los cadistas, que desde que volvieron de las vacaciones navideñas están realizando una competición irregular, ven que el Zaragoza amenaza el liderato, hecho que añade más responsabilidad al duelo.

Álvaro Cervera tiene dos bajas muy importantes en el medio campo como son Garrido, lesionado; y José Mari, por lo que Álex Fernández, que habitualmente juega por delante de la pareja de pivotes, podría bajar a esa zona.

El segundo volante podría ser el malagueño Edu Ramos, que ya ha jugado esta temporada varios partidos en ese lugar cuando han faltado Garrido o José Mari.

La vuelta de Filip Malbasic y Alberto Perea, una vez cumplidos sendos partidos de sanción, es una de las noticias positivas para el Cádiz.