El delantero del Almería Barbero apuesta por un playoff exprés
El ascenso se resolvería «en un campo neutral, 90 minutos y el que gane los dos partidos sube a Primera División»
Acabar cuanto antes. Esa es la petición que este viernes expuso Iván Barbero para esta temporada que ojalá pase a la historia por ser la ... más rara jamás vivida. Significaría que no habría más una pandemia como la que sufre el mundo y que ha provocado un caos al que el fútbol no ha podido escapar. Lo ocurrido con el Fuenlabrada ha alargado una campaña que ya vive su decimotercer mes seguido de trabajo. El Almería empezó a trabajar los primeros días de julio de 2019 y va camino de acabar, si se acaba, a medios de agosto. Este viernes, Iván Barbero apostó por un sistema de competición distinto al programado. «Un campo neutral, 90 minutos y el que gane pasa a la siguiente y el que la pase sube a Primera. Así, listo, y no se hable más. Una semana y hecho».
Al joven delantero llegado a la UDA fruto de una cesión de Osasuna no le ofrece confianza lo que está sucediendo. «Tiene todo el sentido porque al final, ahora el Girona va a dar cinco días de vacaciones, unos se irán para allá, otros para acá. Cuanto antes pondría una solución y haría eso. Una semana, los dos partidos y listo», para evitar rebrotes a los que todos están expuestos, despejando del mismo modo la incertidumbre existente. «Para muchos jugadores, como yo, que estamos cedidos y no sabemos nada de nuestro futuro.Mentalmente te hace estar pensando ¿qué va a ser de mi? Estoy aquí, mañana allí. Esa inestabilidad mental que hay que intentar tenerla regulada, pero yo pondría una solución rápida con una sede única y hacer dos partidos».
Un año y pico
Lo cierto es que para él ha supuesto trabajar más de un año sin descanso, porque disfrutar las vacaciones en confinamiento no ha permitido despejar la mente. En la UDA, como en todos los equipos de Segunda que están pendientes del playoff, se afronta una tercera pretemporada, ya que no hay fecha para la disputa de esa última fase. «Es verdad que los entrenamientos están siendo ahora más cortos por las altas temperaturas, pero mentalmente hay que estar muy fuertes y muy preparados porque el equipo tiene en mente que se va a jugar, seguro, y que igual el lunes por la tarde volvemos al entreno y nos dicen que jugamos el sábado. Hay que estar preparadísimos. Ahora tenemos unos días para desconectar, estar con nuestra familia, con nuestros amigos, que nos transmitan positividad y esa energía que igual también el jugador necesita para llegar el lunes con la mente más fresca y afrontar los playoffs de la mejor manera».
El aspecto mental es para él la clave de esta situación. «Tenemos la mente puesta en que se va a volver a jugar, que tenemos que estar preparados físicamente y sobre todo mentalmente porque yo creo que el equipo, ahora más que nunca, tiene que estar muy unido, muy fuerte porque lo que viene es la parte más difícil de la temporada y es donde está la prueba definitiva del trabajo que llevamos hecho y que tiene que tener su recompensa».
Será el punto y final o casi seguido a una temporada de mucho desgaste mental. «El equipo necesita unas vacaciones y tenemos que pensar en esto. Hay que estar muy fuertes. Vivimos de esto y tenemos que estar preparados para, si no jugar ayer –el jueves– tener que jugar en una o dos semanas. Vamos a hacer lo que nos diga el míster, hacer buenos entrenamientos, irnos con buenas sensaciones a casa y cuando volvamos el lunes hacerlo con una mentalidad nueva y muchas ganas de jugar el playoff».
¿El peor enemigo?
Los días, ahora, son para preparar las semifinales del playoff ante un rival que no difiere, en cuanto a dificultad, del resto de los que están o pueden estar en el playoff. «Pienso que cualquier equipo iba a ser complicadísimo. Fuenlabrada o Elche te lo va a poner supercomplicado. Tenemos que pensar en nosotros y no en el rival porque se ha visto a lo largo de la temporada quién es el mejor equipo y estoy convencido de que somos nosotros. Tenemos que demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces de derrotar a cualquier equipo».
Lo bueno es que en este tipo de duelos, lo pasado no sirve. «También es verdad que, como hay tantos partidos juntos, en el vestuario te pones a hablar y a suponer cómo va a quedar este partido, si estos pierdes. Ahora no, ahora sólo tienes que pensar en ganar tu partido, afrontar de la mejor manera posible el partido, pensar en ti, en tu trabajo y a partir de ahí seguro que el resultado será positivo».
De ahí un trabajo un tanto raro. «Bastante raro. Pero somos profesionales, tenemos que adaptarnos a cualquier circunstancia, la que nos venga, y si estamos bien mentalmente estaremos preparados para todo». Apuntó, del mismo modo, que lo de estos días «han sido más entrenamientos generales, muchos partidillos, mucho balón, para evadirnos, porque no sabíamos tampoco qué rutina haces, si no sabes la fecha de los partidos. Ha sido más dinámico, para que no sea tan espeso y aburrido. Han sido entrenamientos bastante divertidos y ha hecho más piña en el grupo».
De todas formas, puede que haya venido bien el parón, pese a que «el equipo estaba preparado totalmente para jugar en Girona ayer –por el jueves–. Es verdad que cuando tienes más tiempo de descanso eso para los jugadores que están teniendo más oportunidades, para el once titular, les libera bastante carga y puedes afrontar el partido con mayor intensidad».
En su caso, el descanso corta sus ilusiones porque ante el Málaga jugó y marcó, aunque sus goles fueron anulados. «No había tenido la oportunidad de ser titular y la verdad que es una alegría ponerse la camiseta del equipo de mi tierra y ser titular. Muchísima motivación. Es algo muy especial. Me lo tomé muy natural. Se dio bien. Me encontré cómodo. No tener esa continuidad me hacía no tener ese ritmo de partido que llevaban otros. Una pena esos dos goles, que uno no subiese al marcador. Es una pena, no sólo por mí, sino por el equipo. A mí me hubiese dado una confianza brutal. El equipo estuvo bien, sólo faltó la victoria».
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