El Almería debe aceptar la realidad como signo de fortaleza
José Gomes apuesta por asumir que para la UDAlmería «no es desprestigio estar jugando como estamos jugando y estar en tercer lugar»
El Almería, que es a lo que representó ayer José Gomes en la rueda de prensa telemática previa al partido frente al Espanyol, da los ... pasos ahora para aceptar la realidad. Esta, que con los números en las manos da opciones de ascenso directo, está más cerca del playoff y cuanto antes se digiera mucho mejor. El técnico rojiblanco puso interés en 'enfatizar' que «no es desprestigio estar jugando como estamos jugando y estar en tercer lugar». De las palabras del técnico portugués nace la aceptación de la situación, aun con el desagravio que supone que los méritos no casen con el trabajo. «Que nos gustaría estar primeros, sí; que nos gustaría ascender directamente, claro que sí, y hemos hecho en muchos partidos todo casi perfecto para tener los tres puntos y por varias circunstancias hemos tenido partidos que no vinieron con nosotros y deberían haber venido», pero «hay que ver las cosas como son».
Todo esto rodea un partido ante un rival «que no es primero por casualidad, sino que está ahí porque lo merece, porque hace más goles, porque gana más veces y porque cuando tiene media oportunidad la mete, que es lo más importante, porque tiene calidad y criterio ahí y sabemos que vamos a jugar contra ese equipo», pero que el duelo no esconde que un triunfo puede suponer mucho más que lo que tiene un mero partido de fútbol. «Yo diría que sí. Es verdad. Puede ser una señal muy fuerte, muy positiva en la confianza del equipo para lo que viene en el futuro».
Este -el futuro- tiene la incertidumbre de qué puede pasar si se pierde con su persona. «Puedes trabajar de forma perfecta y no tener los resultados que todos querían y se puede hacer muy desorganizado y el sabor de la comida ser bueno y tener resultados. Nosotros estamos trabajando muy bien, pero eso no es suficiente, hay que ganar. Si la gente llega un momento que entiende que yo no soy más la solución, pues sólo tengo que aceptar y dejar que la gente haga los cambios que quiera hacer con todo respeto con el que siempre hemos trabajado», aseguró el entrenador indálico.
La confianza
Se presenta un campeonato con ocho partidos en los que es obligatorio recuperar la confianza perdida. «Eso es. Hay que recuperarla porque hemos tenido partidos que no se puede decir que en muchos hemos jugado mal como Leganés, Alcorcón, hasta Rayo, que ha sido menos brillante; el último partido en Zaragoza. ¿Hemos jugado mal? No, pero no hemos ganado. Hay que dar esa confianza de nuevo a nuestro equipo para salir al campo y sentir que si hacemos varias cosas bien vamos a conseguir ganar. Esa confianza es algo muy importante para reconquistar con más fuerza para lo que tenemos delante de nosotros, sean ocho partidos o lo que viene después en playoff».
Sean ocho los partidos que quedan o no, está claro que ante el Espanyol está la primera cita, ante el que las bazas con las que jugará la UDAlmería no están al descubierto. No se decantó por hablar si apostará por lo habitual o cambiar. «Creo que tenemos cada vez más fuerte nuestro plan B y está a punto de saltar. Vamos a ver lo que va a pasar», señaló el técnico.
Sin decirlo, sí tiene claro cómo se le puede hacer daño al líder, al que consideró «un equipo realmente fuerte en todos los argumentos del juego. Si vamos a analizar el partido que hicimos en Barcelona, hemos conseguido cosas muy buenas. Hay que intentar hacer cosas que hemos hecho allí y ser más contundentes, pragmáticos, fríos en momentos de definir cómo terminamos nuestros ataques».
El grupo
De todas formas, la conquista de los puntos tiene mucho que ver con la conquista de un estado anímico que, ahora mismo, no es el más idóneo por la falta de credibilidad en la consecución de los resultados. «Fuimos a Zaragoza preparados para hacer las cosas bien y para anular las cosas que nos podrían hacer daño y su juego ofensivo. Hay errores que permitieron que Zaragoza llegara al gol. Ahora, hemos preparado muy bien este partido y todos están muy metidos, comprometidos con esto. Todos los jugadores lo quieren hacer bien. Sabemos que vamos a jugar contra un rival que no es primero por casualidad, pero también sabemos que, si estamos concentrados, hacemos las cosas bien, si estamos colocados y con las ganas que nuestros jugadores están entrenando, trabajando y con el compromiso que tienen con la UD Almería, es un partido en el que todo puede pasar».
De todas formas, José Gomes dejó claro que «el grupo está bien, pero es una semana distinta, especial por algo que ha pasado y que no es bueno, que es que cuando jugamos el último partido todavía no habían jugado Espanyol y Mallorca, y después han jugado y han ganado. Hay que tener coraje para estar en esta vida y hay que tener coraje de aceptar la realidad y la realidad es que no es imposible pero es realmente muy complicado, muy difícil el ascenso directo. Hay que ajustar, afinar nuestras cabezas. Hay que afinar nuestras expectativas en función de la realidad que tenemos».
Apostó por hacerlo porque «si no sería como 'intentar vender la moto' y no se puede hacer eso, hay que ser serios y la realidad es esta. El ascenso directo es muy difícil y ¿qué significa eso? Que todos tenemos que prepararnos para aceptar que un tercer puesto es un lugar en el que a todos, a excepción de Espanyol y Mallorca, les gustaría estar, que es un puesto muy bueno y privilegiado de esta categoría para estar en playoff y tenemos que prepararnos para estar fuertes y con alegría en ese momento, si tenemos que jugar el playoff. No tenemos que ir como tristes y sin ilusión y como si fuera una fatalidad, como si fuera algo muy malo. No es».
Como resumen por lo realizado, no dudó en asegurar que «estamos haciendo una Liga buena con partidos de mucha calidad; de un fútbol que todos hablan, en toda España, de la calidad de nuestros jugadores, de nuestro fútbol y hablan por todo el trabajo que ha sido hecho hasta aquí. No hay una varita de mago que toca y ahora vamos a jugar bien. Hay un trabajo muy grande por detrás de todos los partidos buenos que hemos hecho y por toda la ilusión que hemos generado en este equipo y en este ascenso». Se presenta un panorama al que hay que acudir «con esa esperanza, porque es lo que va a pasar, pero es el momento de sacar de la espalda de nuestros jugadores esa presión de la responsabilidad, que la tenemos y que sabemos que la tenemos porque somos profesionales y queremos ascender, y dejar que ellos estén concentrados sólo en el desafío que constituyen en sí mismo las tareas que tienen que hacer ahora en el partido contra el Espanyol. Qué tenemos que hacer, estas tres o cuatro cosas y ese es nuestro desafío y así vamos a mirar hasta el final partido a partido, acción tras acción en cada partido».
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