El Almería no tiene argumentos para pasar seguir vivo

En la segunda parte, las manecillas del reloj avanzaban muy rápido para los rojiblancos, con más balón, pero también con mucha más prisa. Hubo acercamientos, Samú Costa estuvo cerca de dar vida a las ilusiones, pero con la misma intensidad la abortó Juan Carlos. Luego, eso, demasiada presión, casi en la misma intensidad de la impuesta por haberse autoproclamado aspirante al ascenso directo.

El Almería comenzó con nervios y pérdidas, a base de la presión adelantada del Girona, que trató de aprovechar con llegadas que acabaron en saque de esquina, un peligro a tenor del comportamiento habitual de los rojiblancos. En el minuto 5, un disparo de Franquesa rozó en Chumi y Fernando tuvo que mandarla a saque de esquina. Un error, en el 6, de Chumi habilitó a Mamadou Sylla cuyo disparo se marchó fuera.

El Almería comenzó a empujar, con la velocidad de Ramazani y Juan Villar. Así, en el minuto 9, un balón de Sadiq para el onubense se le quedó atrás y la finalización del nigeriano la detuvo Juan Carlos. Pero con el partido muy abierto. El Girona sin jugar mucho, especulando, puso freno al ímpetu rojiblanco, con posesión de balón y balones en largo buscando a los puntas.

Juan Villar, en el minuto 18, rompió a los defensores del Girona para estar cerca del gol, tras una gran acción de Álex Centelles, que buscó el espacio para filtrar y el onubense aprovechó para buscar la portería de Juan Carlos, pero el disparo final se marchó al lateral de la red, tras la buena acción del portero gerundense tapando portería.

Abierto el partido, la respuesta la dio el Girona tras una pérdida de Buñuel frente al área contraria. El balón para Mamadou Sylla acabó con disparo de este y parada de Fernando, evitando que el peligro se convirtiera en un problema mayúsculo para los indálicos, con aparición destacada de Juan Villar, con el Girona llegando un poco más tarde a la presión y el Almería siendo dueño del partido, aunque los rojiblancos, rotos en la presión, permitieron al Girona estar cerca del gol, porque el equipo de Francisco no especuló, pese al 0-3 a favor.

El Almería no dejó de intentarlo. En el 33, la acción fue de Juan Villar a la contra, por esa actitud del cuadro gerundense. Se equivocó el onubense al encarar al central y la pérdida dio pie a una acción de Mamadou Sylla y un disparo de Yoel Bárcenas que no encontró portería, en el minuto 34.

Sin más, el partido se fue alargando hasta el final de la primera parte sin que pasara nada. De salida, en la segunda, Rubi intentó reactivar a su equipo cambiando las dos bandas y convirtiendo el esquema en un 1-4-3-3, con Iván Balliu y Sergio Akieme, en defensa, Robertone como integrante de la línea de medios y Corpas por la derecha.

Salió más enchufado que en la primera parte la UD Almería, tanto que en el 49 estuvo cerca del gol en un balón rematado por Samú Costa, tras saque de falta de Lucas Robertone, que sacó Juan Carlos cuando el balón entraba. Sin embargo, poco a poco fueron esfumándose las llegadas, ni siquiera hubo ocasiones para haber creado incertidumbre, no ya gol. Se comportó bien en defensa, el Girona no inquietó, pero no lo necesitaba con la ventaja arrastrada del partido de ida.

Con Robertone insistiendo, lo más próximo a ocasión fue una entrada por la derecha de José Corpas que consiguió forzar un saque de esquina que tampoco llevó peligro y el minuto 'volaba' hacia el 90 sin 'intenciones' y, lo que es peor, sin ocasiones que hubiesen dado vida. Además, el paso de los minutos solo fue jugando en contra de un equipo cada vez más presionado, sin ideas, sin capacidad de crear ante un Girona muy bien plantado que, además, recibió el oxígeno con los buenos cambios realizados por Francisco, resfrescando las bandas para tapar cualquier atisbo de hueco.

En el 84, pudo marcar José Carlos Lazo un centro desde la derecha, pero el disparo se marchó desviado por la derecha de la meta defendida por Juan Carlos, que no pasó apuros casi nunca. Tampoco en el 88, tras un buen balón para Largie Ramazani que el belga enganchó y Juanpe, en defensa, tocó lo justo para mandarla a saque de esquina. Otra ocasión perdida. La última de la eliminatoria, ganada en buena lid por un Girona que fue mejor.

¿Ayudado? Los errores se fuerzan. El Almería cometió dos superlativos en la primera parte de la eliminatoria -claro que si no hubiese errores no habría goles- y quienes juegan el playoff de ascenso no son 'monjas de la caridad'. Los aprovecharon los del almeriense Francisco y ahora tiene billete para jugar la fase definitiva, para dar el último paso y 'vengar' el no ascenso del pasado cureso.

El Almería, a partir de ya, deberá enfrascarse en una segunda venganza. Como suelen decir que la esta se sirve en plato frío, dos años debería ser tiempo suficiente para presentarse al final de la temporada próxima con los argumentos que han faltado este año.

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