El Albacete, que recibe al Almería, no encuentra la solución a sus problemas
Ni con Lucas Alcaraz ni con López Garai ha visto cómo tener la estabilidad defensiva que le permitió salvar la categoría hace sólo unos meses
javier gómez granados
Almería
Domingo, 22 de noviembre 2020, 11:20
El Albacete Balompié vuelve a amagar con una temporada llena de sufrimiento. La pasada se salvó 'in extremis' y en esta, a pesar de que ... presupuestariamente está en la zona templada, deportivamente lleva el mismo camino. Y eso que, a estas alturas, ya ha hecho un cambio de entrenador que, si bien parecía que iba a dar buenos resultados de forma inmediata, pronto se comprobó que quedó en un mero y momentáneo espejismo.
Lucas Alcaraz comenzó la temporada dirigiendo al 'Alba' pero no pudo repetir la intensidad, especialmente defensiva, que le llevó a salvar la categoría en el instante final del pasado ejercicio. A mediados de octubre se le abrió la puerta de salida y su puesto lo ocupó el vasco López Garai. En sus primeros cuatro partidos sumó ocho puntos. Parecía que los problemas estaban resueltos y que, incluso, podrían vivir una temporada cómoda. Pero pronto volvieron las dificultades, especialmente en la retaguardia, que han vuelto a llevar a los manchegos a la zona de descenso. Un punto de los últimos nueve marca una tendencia descendente y preocupante.
El capitán es el guardameta Tomeu Nadal. Explicó, hace un par de días, la situación real de su equipo. «Ojalá estuviésemos en otra situación colectiva. A nadie le gusta estar en esta situación. Llevamos muchos meses sufriendo, ya venimos del año pasado haciéndolo. Hemos empezado esta temporada igual, parecía que cogíamos impulso, pero en partidos clave, Cartagena y Lugo, nos ha faltado ganar para poder salir de abajo y ver la Liga desde otra perspectiva. Esto es fútbol y consiste en ganar partidos. Si estamos en esta situación es culpa nuestra, obviamente. Trabajaremos mucho más, si cabe, para cambiar esta dinámica, conseguir puntos, mejorar en facetas que nos hacen falta para salir de abajo y estar más liberados que es mejor para todos».
Defensa vulnerable
El gran problema de los castellanos es, como queda dicho, la defensa. El propio capitán lo reconoció al señalar que «el éxito de esta categoría y de un equipo pasa por manejar las dos áreas. Si somos fiables en defensa tendremos más opciones de ganar un partido. Y esto hay que conseguirlo. El otro día si hubiésemos ganado hubiésemos dado normalidad a las contras que nos hicieron. Pero al perder vemos que con uno menos nos hacen contras. Las dos áreas son importantes. Hay que saber manejar los tiempos del partido. La fase defensiva cuanto más consistentes seamos, más éxito vamos a tener, seguro».
Una de las dificultades que se está encontrando el Albacete en este primer cuarto de competición es la inadaptación de sus fichajes. Sólo el exrojiblanco Pape Diamanka cuenta para el once titular. El resto son componentes que ya vivieron los apuros sufridos durante el pasado ejercicio liguero.
Con López Garai el dibujo suele ser un 1-4-4-2 alternando con un 1-4-2-3-1, dependiendo de que hombres como Álvaro Peña jueguen como segunda punta o caídos a la banda, como interior antes incluso que como extremo. El caso es que el ataque del Alba, más allá de su mejorable funcionamiento hasta la fecha, cuenta con hombres de sobrada experiencia y jerarquía en Segunda. La intensidad al límite de Zozulya, además de la calidad de Peña y del olfato de gol de Ortuño, parecen suficiente arsenal para resolver los problemas de ataque de los manchegos.
En la zona ancha destaca un ex de la UD Almería, Chema Núñez, fijo para Lucas Alcaraz y que también cuenta para López Garai. Su calidad es de sobra conocida para los rojiblancos, así como su intermitencia. Junto a él, otro ex UDA, Diamanka, capaz de aplicar intensidad y de desaparecer con la misma facilidad. Y un roquetero, Eddy Silvestre, perfectamente adaptado a la categoría y a su equipo. Así las cosas, el Albacete está siendo un equipo muy irregular y, como tal, demasiado vulnerable. De todos modos, cuenta con una plantilla que, una vez comience a conectar, es suficiente para renovar en Segunda División sin grandes dificultades. La cuestión es que el tiempo pasa y la inseguridad e incertidumbre empieza a pasar factura.
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