¿Pueden hackear su televisor?

Esta semana, Samsung publicó una serie de pasos en su perfil oficial de Twitter para Estados Unidos para comprobar si sus SmartTV QLED, así se especificaba en el mensaje, estaban infectadas por un virus.

El tuit duró poco en la red social y la propia Samsung lo eliminó sin dar ninguna explicación de la desaparición. El sobrenombre Smart, inteligente en inglés, revela una conexión a internet, por lo que cumple con la premisa de los objetos inteligentes. Un ciberataque que en el menor de los casos afectará al rendimiento de los aparatos televisivos y que en el otro extremo puede llevar al espionaje en el hogar.

El inocente tuit de la compañía surcoreana animaba a sus clientes a revisar sus dispositivos, pero ha despertado gran revuelo. No obstante, y al igual que sucede con el resto de dispositivos electrónicos, es esencial mantener un buen uso de los mismos.

Los últimos modelos de televisión permiten la descarga de aplicaciones para ver canales o estar informado. El patrón a seguir, según los expertos, es el mismo que se realiza con los móviles: Descarga de tiendas virtuales oficiales.

Además de actualizar el sistema operativo a la versión más reciente, es aconsejable evitar descargar e instalar 'apps' de las que se desconoce su procedencia puesto que es posible que tenga acceso a ciertos permisos que pongan en riesgo los datos personales albergados.

Según un informe publicado por Consumer Report, la mayoría de televisiones inteligentes pueden ser hackeadas por un ciberdelincuente con conocimientos básicos y un navegador como sola herramienta.

Los problemas, según Consumer Report, afectaban en 2018 a los televisores Samsung, junto con los modelos fabricados por TCL y otras marcas que utilizan la plataforma de televisión inteligente Roku TV, así como dispositivos de transmisión como el Roku Ultra.