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Desencadenante.Esta viñeta publicada en la edición internacional del 'New York Times' es la que ha provocado que el periódico decida prescindir de sus ilustraciones políticas. THE NEW YORK TIMES
La viñeta se cae del 'New York Times'

La viñeta se cae del 'New York Times'

El 'New York Times' decide eliminar las ilustraciones de sus páginas tras ser acusado de antisemita por un controvertido dibujo sobre Trump y Netanyahu

FERNANDO MIÑANA

Viernes, 14 de junio 2019, 07:37

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Patrick Chappatte se mudó en 1995 a Nueva York. Era un veinteañero soñador que viajó a la costa Este con una maleta llena de dibujos, su pluma y la decidida intención de llamar a las puertas del 'New York Times' para convencerles de que publicaran viñetas políticas en su periódico. Tenía la edad de los que no se rinden fácilmente y no se hundió ni cuando un director de Arte le soltó: «Nunca tuvimos (viñetas) y nunca tendremos». Chappatte, que recuerda que era un joven «terco», consiguió vender sus ilustraciones al 'International Herald Tribune' y, después de que lo absorbiera el 'Times', acabó publicando sus viñetas en la edición internacional del periódico más prestigioso del mundo.

Este lunes, 24 años después de aquellos logros, Chappatte recuperó el dibujo que publicó el 8 de enero de 2015 con motivo del atentado contra la publicación satírica Charlie Hebdo -donde un hombre exclama: «Sin humor, estamos todos muertos»- y lo tuiteó con un enlace al artículo que redactó sobre la decisión del 'New York Times' de prescindir de sus ilustraciones políticas, y de todas, en la edición internacional después de que se les colara una viñeta que aceptaron como antisemita.

El dibujo, obra del portugués António Moreira, presenta al presidente de los Estados Unidos, un Donald Trump invidente tocado con la 'kipá' -la pequeña gorra que utilizan los varones judíos para cubrirse la coronilla-, dejándose guiar por un perro salchicha con el rostro del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, al que sujeta con una correa azul de la que cuelga una estrella de David.

James Bennet, jefe de Opinión del 'New York Times', anunció que aquello iba a acabar con las viñetas políticas en el periódico. «Durante más de un año hemos estado considerando que la edición en el extranjero esté en línea con la doméstica, por lo que pondremos fin a los dibujos políticos el 1 de julio». Una decisión que manda a la calle a Chappatte y Heng Kim Song, sus dos ilustradores en plantilla.

Fallo en la cadena de control

El desliz es un reflejo también de los tiempos que vive el periodismo en todo el mundo, donde se han aligerado drásticamente las redacciones. Porque un editor del 'Times' encargado de elegir una caricatura para la edición internacional examinó las opciones más recientes de la colección de CartoonArts, con quien tienen un acuerdo de colaboración, y eligió la de Moreira, que salió publicada el pasado jueves sin que pasara grandes filtros, según informó la CNN. Hasta el viernes no llegó ninguna reacción a oídos de los editores y el diario no publicó un comunicado hasta el sábado por la mañana, cuando ya hacía horas que Twitter bullía de indignación y algunas personas se manifestaban en la Octava Avenida. Hasta allí fue el abogado Alan Dershowitz, quien declaró a la CNN que aquello le recordaba «un momento muy oscuro de la historia judía».

El periódico cortó por lo sano. Sin importarle que el año pasado, sin ir más lejos, hubiera ganado un premio Pulitzer por una serie de viñetas políticas, firmada por Jake Halpern y Michael Sloan, que contaba la historia de una familia de refugiados sirios.

Chappatte fue tajante sobre el criticado trabajo de su colega portugués: «Son muchos años de trabajo destruido por una sola caricatura, ni siquiera mía, que nunca debió publicarse en el mejor periódico del mundo».

A pesar del despido, el ilustrador es optimista porque está convencido de que estamos «en la era de las imágenes». Y refuerza su reflexión diciendo que en un mundo con tan poca capacidad de atención, «su poder (el de la imagen, el de las viñetas) nunca ha sido tan grande». El veterano dibujante subraya el poder de su oficio porque ofrece «una opinión encapsulada, un atajo visual con una capacidad incomparable para tocar la mente; esa es su fuerza y su vulnerabilidad».

No está el periodismo para bromas y el 'New York Times', que ejerce como faro de la profesión en la era de la revolución tecnológica, ha decidido que ya no hay espacio en sus páginas para la sátira de sus dibujantes. Nunca lo hubo en su edición para los Estados Unidos y ahora tampoco lo habrá en la internacional.

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