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Las terribles imágenes de uno de los chiringuitos más famosos de Andalucía: destrozo por el temporal

"Con todo el dolor de mi corazón y de mi familia, comunicaros que el chiringuito, lo que queda de él, permanecerá cerrado hasta nuevo aviso"

EFE

Lunes, 5 de marzo 2018, 11:55

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Si hay un lugar que personifica el destrozo sufrido en la costa de Huelva por el temporal es "Lolo Tejero", un emblemático chiringuito de la playa de La Antilla, arrasado por el temporal que afecta a la zona y con serio peligro de no abrir sus puertas este año.

El nombre de este chiringuito está asociado indisolublemente al turismo en el litoral occidental onubense, y en la playa lepera los turistas y visitantes se han acostumbrado desde siempre a ver su estructura en pie en la misma orilla de la playa, los mismos que, desde el pasado viernes, asisten tanto en vivo como a través de las redes sociales, al triste espectáculo de ver cómo lo han dejado las olas de hasta cinco metros que se han registrado estos días.

Tal es su estado que lo más probable es que en Semana Santa no abra sus puertas, y que este verano, por primera vez en décadas, no acuda a su cita con los turistas, que comenzaron a llegar a la playa lepera en los albores de la década de los 60.

Su responsable es Manuel Dacosta Suárez, cuya trayectoria da fe de que no se trata sólo de un establecimiento hostelero, ya que, entre otros reconocimientos, en 2016 fue distinguido con el Premio Lepe de Turismo, en la modalidad de institución, asociación, colectivo o empresa turística, en respuesta a la labor que varias generaciones han realizado para mantener en pie este negocio año tras año.

"Con todo el dolor de mi corazón y de mi familia, comunicaros que el chiringuito, lo que queda de él, permanecerá cerrado hasta nuevo aviso", rezaba un mensaje de Dacosta en la mañana del pasado sábado, una vez que sobre el terreno comprobó el efecto del oleaje sobre su chiringuito, lamentando que "ha sido una de las mareas más dañinas y agresivas", provocándole "una ruina en toda regla".

Consciente de que abrir las puertas en Semana Santa es casi un milagro, sus responsables afirman: "hasta nuevo aviso sólo nos queda rezar y que nos ayuden a volver a levantar un negocio que ha conocido a tres generaciones y podamos seguir disfrutando de ello, así que nos queda esperar y cargar con esta impotencia tan grande que nos ahoga".

Y es que este chiringuito, como otros de la línea costera onubense, había dejado de ser un lugar en el que comerse las sardinas en verano, para convertirse en un punto de cita desde que salen los primeros rayos de sol de la primavera, cuando los primeros visitantes aprovechan los fines de semana para dar paseos esporádicos por la playa.

Por eso, a tres semanas escasas del Domingo de Ramos, sus responsables ya tenían todo pensado para acoger en Semana Santa el ensayo general del verano.

Pero todo ello se ha frenado por la enorme pleamar del pasado viernes, que golpeó a La Antilla con un coeficiente de 1.06, unida a vientos de fuerza 8 y a la ausencia de arena, que hizo que fuese más vulnerable la zona de playa ya dañada anteriormente.

Desde el Ayuntamiento de Lepe se explica a Efe que todo fue tan violento que la pleamar llegó a atravesar dos líneas de viviendas en la zona de levante, ocasionando desperfectos en algunas de ellas, así como en el litoral, por lo que personal técnico y de seguridad se puso en marcha de forma coordinada para paliar los daños.

Todo está condicionado, de todas formas, a que el temporal cese completamente, y a que las medidas de urgencia que se apliquen sean eficaces para que el turismo tenga los mismos servicios que cada año.

Sólo en esta playa lepera se pasa en verano de unos 2.000 a 80.000 habitantes aproximadamente, y los efectos del temporal ya se han visto en el puente del Día de Andalucía, donde las cancelaciones se sufrieron por decenas cuando comenzaron a llegar noticias de la situación de temporal en la zona.

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