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Un 'selfie' en Zimbabue. El aventurero, con Pondo, un jefe tribal de los debele. «Somos amigos desde hace años». DANI SERRALTA
El español que fue a desactivar minas a África: «Me han disparado, apuñalado, he pasado por peleas y por cuatro malarias»

El español que fue a desactivar minas a África: «Me han disparado, apuñalado, he pasado por peleas y por cuatro malarias»

Con 20 años, Daniel Serralta se fue a desactivar minas en Camboya y luego en África. No volvió. Organiza viajes de aventura y se desvive por defender animales en extinción

ISABEL IBÁÑEZ

Lunes, 30 de julio 2018, 01:16

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Marchó de España siendo un veinteañero con una ONG para desactivar minas.

- Primero en Camboya, donde lo aprendí todo sobre la marcha gracias a exjemeres rojos. Luego en campos de refugiados en África. Y allí me quedé. Encontré mi lugar.

- Aunque en su Facebook habla de la soledad en África...

- Es muy dura. Echas de menos a tu gente, claro. Especialmente en los malos momentos. En 2014 me apuñalaron en Arusha, Tanzania, y casi acaban conmigo. Recuerdo levantarme en la calle con la mayor sensación de soledad del mundo y tener que arrastrarme y pelear por sobrevivir yo solo. Por suerte ha pasado mucho tiempo y aquí estoy... Y no me siento solo.

- ¿Ha temido por su vida?

- Me han disparado, apuñalado, he pasado por peleas y por cuatro malarias. Todo es aprendizaje.

- ¿Qué buscan sus viajeros?

- Aventura, naturaleza, cultura y contacto con los animales. Mi empresa, Ankawa Safari, no es para masas. Solo hacemos unos cuantos safaris al año. En las mejores épocas a los mejores lugares. La gente lo sabe, me he ganado un buen nombre. Mi experiencia en África habla por mí. Mi empresa soy yo y todo es pasión y amor por África que se transmite. Los aventureros que vienen acaban sintiendo la llamada de lo salvaje.

- ¿Y cómo se comportan allí?

- Con prisa. Todo ha de ser inmediato, fácil....y África es imperfecta. Tenéis planes de pensiones, teléfonos de contrato, seguros médicos, cuentas de ahorros... Cosas basadas en el futuro que crean miedos a algo que casi nunca sucede. Se vive con cargas del pasado, mochilas emocionales y psicológicas. Astemia primaveral, depresión post vacacional, estrés... enfermedades que no existen en África. Aquí solo importa el hoy.

- Está usted entre Cocodrilo Dundee e Indiana Jones.

- Me lo dicen mucho. Una mezcla de los dos pero en África. No me importa, ya que son películas que marcaron a mi generación de los 80. Soy aventurero como Indiana y mi carácter es muy Dundee... Pero la estética es casual. El sombrero de ala ancha protege del sol.

- ¿Qué hace en sus ratos libres?

- Tengo dos frentes muy abiertos. Uno es pelear por hacer que mi empresa llegue a más gente. Y el otro, luchar sin descanso por salvar a los animales en peligro de extinción. En primera línea, como en la lucha contra la caza furtiva, y también intentando concienciar con las charlas que doy por España. Y en vacaciones viajo. Quiero conocer todo el mundo. He estado en casi 100 países ya.

- ¿Cómo se siente cuando regresa a la 'civilización'?

- En África tambien tenemos civilización, pero se lleva de otra manera. Soy más de campo, paisajes maravillosos, vida salvaje... La 'civilización' no me sienta bien. Habéis perdido valores como la justicia esencial, la nobleza, el honor... que aún se conservan en África.

Pocos escrúpulos

- ¿Entiende las fotos que los occidentales se hacen con sus trofeos?

- Ni siquier son cazadores, se lo dan hecho los guías. Aprietan el gatillo y se llevan la cabeza de un animal que no quería morir ese día. Demasiada pasta y pocos escrúpulos. Cuestión de estatus, dinero, necesidad de sangre... Algún psicólogo podría definirlo mejor.

- ¿Se ha buscado problemas por criticar este tipo de safaris?

- No es fácil tirar adelante en África. Así que no juzgaré a quien monta una empresa de safaris de caza. Pero tengo una opinión clara: es inmoral e injusto. He tenido muchas críticas por posicionarme contra la caza y los cazadores en África. Reconozco tener opiniones incendiarias, pero me da igual que me insulten o critiquen quienes considero malas personas o malas empresas. Si dispusiera del dinero que paga un cazador por ese tipo de viajes, podría dedicarlo a salvar muchas vidas de fauna salvaje.

- Dicen que su labor es ecológica; mantener a raya el crecimiento desproporcionado de animales...

- Es un argumento sesgado, sibilino y mal intencionado, falso. En el último siglo la población mundial ha crecido de 2.000 a 8.000 millones de personas, mientras la de leones ha decrecido un 93%. Ha desaparecido el 98% de los rinocerontes. Mueren 93 elefantes y 3 rinocerontes cada día en África. Recuentos sobre el terreno. Este año llevamos casi 800 elefantes envenenados con cianuro en las charcas donde van a beber para robar sus colmillos. Hay zonas con muchos elefantes y otras con pocos. Solo hay que recolocarlos.

- Alegan que hay poblaciones que viven de esta caza...

- No hay población que viva de ello. Las empresas de safari sí, como algunos políticos, unos cuantos policias, guías de caza... El turismo fotográfico o de aventura genera mucha más riqueza local.

- ¿Qué es lo peor que les está pasando allí a los animales?

- Ni sé por dónde empezar. Mueren 1.000 rinocerontes al año y quedan poco más de 20.000. Creen en Asia que su cuerno es afrodisiaco, y tiene el mismo efecto que morderse la uñas. ¡Es queratina!

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