La señal de que el embrague falla que permite ahorrar hasta 2.000 euros

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Para averiguar en qué estado se encuentra, tan solo es necesario hacer una sencilla prueba. El primer paso es meter la relación más larga de la que disponga el modelo, aunque basta con colocar cuarta o quinta, si es que tiene sexta. Después, en un espacio seguro donde no se interrumpa el tráfico o se ponga en peligro a otros conductores, hay que soltar de golpe el pedal del embrague. El vehículo debería calarse al momento. Es decir, si la pieza está en buenas condiciones, lo normal es que el coche de cale de forma automática. Por el contrario, si no ocurre esto entonces se dará un mensaje nítido de que el disco del embrague comienza a patinar, por lo que su vida útil se acerca al fin.

Esta maniobra debe realizarse en una zona llana y alejada del tráfico. También es recomendable hacerla en el caso de querer comprar un coche de segunda mano, así evitaremos una avería que no resulta nada barata.

Igualmente, hay otros síntomas que son claros avisadores de que el embrague está fallando. Por ejemplo, si l acelerar el motor el vehículo se revoluciona más de lo debido y no gana velocidad con la proporcionalidad habitual, es que no está funcionando correctamente.

En el caso de tener que enfrentarse a esta situación, la reparación supondría un gasto mínimo de 800 euros en los modelos más sencillos. En coche de gama media rondaría los 1.200 euros, mientras que en los tipo SUV de medio tamaño o berlinas superaría los 1.600 euros. Aunque la palma se la llevan los coches potentes o llegados de marcas premium, que pueden ir hasta los 2.000 euros.