El «método asiático» de 4 pasos para perder peso y tener el vientre plano

El actor nipón Miki Ryosuke se ha convertido en una de las eminencias de la Red en lo referente a consejos para perder peso en aquel país. A través de diferentes tutoriales, publicados en YouTube, ha logrado hacerse un hueco en ese mundo complejo con esta práctica que se puede realizar en apenas cuatro pasos. Según asegura ha llegado a perder hasta 13 kilos y 12 centímetros de cintura en unas semanas. ¿Se trata de un método efectivo? ¿qué dicen los expertos?

Según recoge 'El Confidencial', el método de Ryosuke se basa en una postura particular que se acompaña de una fuerte expiración por la que expulsa todo el oxígeno. Basta con llevarlo a cabo entre dos y diez minutos al día para que sus efectos se hagan notar, como esos ocho ejercicios rutinarios que puedes hacer en casa para adelgazar.

1- Situarse de pie adelantando una de tus piernas, colocando la otra algo más rezagada con respecto al cuerpo.

2- Tensa los glúteos y carga el peso sobre la pierna más atrasada.

3- Realiza una inspiración de 3 segundos levantando al mismo tiempo tus brazos por encima de la cabeza.

4- Espirar con fuerza durante 7 segundos poniendo en tensión todos los músculos de tu cuerpo.

Se puede sumar a esos ejercicios que te hacen perder más peso que salir a correr o en el gimnasio. En todo este proceso se debe mantener la espalda recta, tensando los glúteos y situando una mano en la espalda y otra sobre le abdomen.

Los expertos, por su parte, lo ven como un buen primer paso para aquellas personas que quieran empezar un programa, pero «no sirve como sustituto de la gimnasia». Así lo sostiene la enfermera Marcelle Pick, fundadora del portal 'Woman tu woman'. Un estudio elaborado por la Hampton University destaca que la combinación de prácticas asiáticas como el yoga y otros ejercicios de respiración profunda pueden tener efectos sorprendentes para perder peso.

Además, la especialista en fitness, autora del libro 'Oxycisel', Jil Johnson, destaca que la grasa «está hecha de oxígeno, carbono e hidrógeno». «Cuando el oxígeno que respiramos alcanza las moléculas de grasa, estas se rompen en forma de dióxido de carbono y agua. La sangre recoge el CO2 como deshecho y lo lleva hasta los pulmones para que lo expulsen. Cuanto más oxígeno utilice nuestro cuerpo, más grasa quemaremos», señala.

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