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O. D.
Miércoles, 18 de julio 2018, 12:03
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El Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona desarrolló un estudio meramente observacional sobre cuatro millares de personas para concluir que comer a las 21 horas o antes, y esperar a hacer la digestión antes de acostarse reducirían en un veinte por ciento el riesgo de padecer cáncer de próstata o de mama en comparación a los que cenan pasadas las 22 horas o se tumban con el estómago lleno. En este caso aumentarían las posibildades en un cinco por ciento.
Tal como recoge 'La Vanguardia', el investigador del ISGlobal, Manolis Kogevinas, asegura que el reloj biológico de las personas queda regulado «por ciclos de día y noche» y que el segundo factor más influyente «es la dieta».
«Vemos que irte a dormir tras cenar -debes eliminar estos alimentos de la última comida del día -o poco después te perjudica, mientras que, al revés, es un factor protector», aclara el experto, quien hizo especial hincapié en la protección asociada a esas personas madrugadoras.
Sin embargo, cree que es pronto para lanzar unas recomendaciones. Si bien es cierto que existen ciertos alimentos de los que se aseguran son capaces de reducir el riesgo de cáncer.
«Es importante empezar a tener en cuenta el ritmo circadiano en los estudios sobre el cáncer, puesto que actualmente no se tienen en cuenta los horarios. Estamos condicionados a funcionar de forma diferente de día y de noche. Nuestro organismo no está preparado para comer de noche, por ello cuesta más metabolizar los alimentos», asegura el epidemiólogo.
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