15 alimentos habituales que no creerás de qué están hechos realmente

Seguramente los has comido mas de una vez a la semana pero no has reparado en su composición, ya que das por hecho que lo que aparentan es de lo que están hechos. Nada más lejos de la realidad. La mayoría de los alimentos que consumimos están elaborados mediante un proceso en el que se añaden aditivos y conservantes, restándole naturalidad. A pesar de que los alimentos procesados nos facilitan el día a día, lo cierto es que muchos nutricionistas que abogan por una alimentación natural desaconsejan su consumo.

Y es que, si nos fijamos en el etiquetado de los productos procesados, veremos que la mayoría de los ingredientes son desconocidos para la gran mayoría de las personas, por lo que en realidad no sabemos lo que realmente estamos comiendo. ¿Sabes, por ejemplo, de qué están hechas las salchichas? A continuación desvelamos los ingredientes de alimentos que comemos a diario.

Las salchichas tipo Frankfurt están hechas con las carnes menos aprovechables de los animales, tales como el hocico o el estómago. Además, a la masa elaborada con esta carne de mala calidad se le añaden aditivos como almidón, jarabe de maíz o colorantes.

Este tipo de queso está fabricado a base de lácteos fermentados, leche, nata y otros aditivos. Lo más destacable, sin embargo, son las grandes cantidades de sal y de grasa que contiene el queso crema y que lo convierten en uno de los peores procesados.

El azúcar es uno de los principales ingredientes de estas bebidas, además de la cafeína, ácidos, dióxido de carbono, colorantes y conservantes. Las versiones light, por su parte, contienen grandes cantidades de edulcorantes artificiales. Su consumo está relacionado con la obesidad.

También conocido como surimi, este alimento es una mezcla de partes de pescados de carne blanca a las que se le añaden conservantes, almidón, sal y edulcorantes naturales, mediante un proceso muy agresivo. El resultado se somete a un proceso de congelación y se adorna con colorantes.

El paté está elaborado a base de vísceras de animales, a las que se añaden especias, leche y harina, para potenciar su sabor y su textura.

Los jugos envasados suelen contener muy poca fruta (alrededor de un 10%). Del resto de ingredientes, el que más destaca es el azúcar.

El principal ingrediente de la gelatina es el colágeno (un 90%). Además, contiene tejido de animales, ácidos y oseína.

El queso preparado para sándwiches está elaborado a base de lácteos fermentados, sal, aditivos y colorantes.

Este aperitivo contiene una gran cantidad de sal, grasas y aceites.

Las gulas están elaboradas con pescados de descarte, agua, aceites vegetales, harina de trigo, sal, proteína de soja, proteínas vegetales, aromas, glutamato monosódico, tinta sintética y extractos de almeja.

El mito que rodea a este alimento se basa en el proceso de elaboración que antiguamente incluía la hidrogenación parcial, y que propiciaba la aparición de grasas trans. Sin embargo, desde hace 20 años el proceso de elaboración de las margarinas en España no incluye hidrogenación parcial, y por lo tanto, se ha eliminado la presencia de este tipo de grasas en las margarinas presentes en el mercado, convirtiéndola en un producto beneficioso, además, para la salud cardiovascular.

Su ingrediente principal es sangre de cerdo, envasada en las tripas del animal. Además, se le añade azúcar, sal y cebolla, entre otros ingredientes.

Los helados están elaborados a base de cremas, leche, frutas, hielo, yemas y aceites, además de grandes cantidades de azúcares y colorantes. Para darle textura cremosa se le añade carragenina, un componente que se extrae de las algas marinas.

Este tipo de chucherías contienen, básicamente, azúcar, jarabe de glucosa o fructos ay gelatina. Para darle textura de goma se le añade cartílago o piel de animal.

El pan de molde se elabora igual que el pan tradicional, pero además se le añade grasas, azúcares y aditivos.

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