Agua gratis y prohibidas las pajitas y bastoncillos: todas las normas de la Ley de Residuos

El texto, al que ha tenido acceso Europa Press, establece limitaciones a los plásticos de un solo uso, restricciones a su introducción en el mercado, obligaciones de información al consumidor y medidas como la recogida separada de botellas de plástico a partir de 2025.

La ley forma parte del plan para impulsar una economía circular y baja en carbono y cumplir con los objetivos del Paquete de Economía Circular de la Union Europea y la directiva de plásticos de un solo uso.

Según este anteproyecto de ley, a partir del 3 de julio de 2021 estará prohibido vender en el mercado varios productos de un solo uso: bastoncillos de algodón (excepto en el ámbito de productos sanitarios); cubiertos, palillos, pajitas, platos y agitadores de bebidas de plástico y palos para sujetar globos.

También quedará prohibido a partir de julio de 2021 cualquier producto de plástico oxodegradable, así como los cosméticos detergentes que tengan microplásticos añadidos de forma intencionada.

El anteproyecto de esta ley también recoge otras limitaciones, entre las que se encuentra la reducción de los vasos de bebidas junto a sus tapas y tapones, y de las cajas (con o sin tapa) usadas para contener alimentos destinados al consumo inmediato, 'in situ' o para llevar. El texto fija que en 2026 se tendrá que reducir un 50% su comercialización con respecto a 2022 y que, en 2030, esta reducción deberá ser del 70%, también con respecto a 2022. Para ello se deberán buscar alternativas reutilizables o de otro material no plástico.

Con el objetivo de desincentivar el uso de estos recipientes, quedará prohibida su distribución gratuita y deberá cobrarse un precio al cliente por cada uno de los productos (como los vasos de café para llevar). Además, se incluyen en el anteproyecto de ley requisitos para el diseño de estos envases como, por ejemplo, que los tapones permanezcan unidos al recipiente y que las botellas al menos sean en un 25% de plástico reciclado.

Otra de las propuestas para reducir envases de agua es fomentar las fuentes de agua y que en los negocios de hostelería se ofrezca siempre a los consumidores la opción de agua no envasada gratuita, aunque el cliente podrá optar por agua embotellada.

Por otro lado, en 2025 el 77% de las botellas de plástico se deberán recoger de forma separada, porcentaje que deberá ascender al 90% en 2029.

El anteproyecto de la Ley de Residuos plantea medidas para reducir el desperdicio de alimentos –como el fomento de la donación- e insta a las administraciones a tomar medidas para frenar la generación de basura dispersa en el medio marino. El texto también incluye el reto de luchar contra la obsolescencia programada mediante el fomento de la fabricación de productos eficientes en el uso de recursos duraderos, reparables, reutilizables y actualizables; y la reutilización de productos, particularmente de los electrónicos, textiles, muebles, envases y materiales de construcción.

Además, a partir de 2021 quedará prohibido destruir los productos no vendidos imperecederos (ropa, juguetes, aparatos electrónicos…) salvo que deba hacerse conforme a otra normativa.

El documento también recoge unos objetivos en materia de reutilización y reciclado de residuos municipales y fija un calendario para la recogida separada de biorresiduos, textiles, aceites de cocina usados y residuos domésticos peligrosos.

Finalmente el texto incluye un nuevo régimen sancionador. El abandono de basura en el medio ambiente será considerado una infracción muy grave, así como el vertido y la gestión incontrolada de residuos peligrosos y también de cualquier otro tipo de residuos, en este segundo caso, siempre que se haya puesto en peligro grave la salud de las personas o se haya producido un daño o deterioro grave para el medio ambiente. Cuando no haya supuesto estos riesgos, se considerará infracción grave.

Las sanciones contempladas en este documento van desde los 1.000 hasta los 2.000.000 de euros según la gravedad de la infracción.

Junto a este anteproyecto de ley, el Consejo de Ministros aprobará previsiblemente la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) de aquí a 2030. Esta estrategia pretende impulsar un nuevo modelo de producción y consumo en el que el valor de productor, materiales y recursos se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, así como minimizar la generación de residuos y aprovechar al máximo aquellos cuya generación no se ha podido evitar, según han informado fuentes ministeriales.

La 'Estrategia España 2030' propone como objetivos que en 2030 se deberá reducir un 30% el consumo nacional de materiales en relación con el PIB respecto al año 2010 como referencia y disminuirá la generación de residuos un 15% respecto a los que se generaban en 2010. Concretamente, plantea rebajar un 50% la generación de residuos de alimentos en toda la cadena alimentaria per cápita a nivel de hogar y consumo minorista y un 20% en las cadena de producción y suministro a partir de 2020.

Otros de los objetivos pasa por incrementar la reutilización y la preparación para su reutilización de al menos el 10% de los residuos municipales generados y mejorar un 10% la eficiencia del uso del agua, así como reducir la emisión de gases de efecto invernadero por debajo de los 10 millones de toneladas de CO2 equivalente.