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Vista del eclipse de Madrid.

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Vista del eclipse de Madrid. Alberto Ferreras

El planeta rojo y la 'luna de sangre' se alían en un espectáculo celeste

El doble espectáculo pudo observarse a simple vista, sin necesidad de protección

COLPISA (/ AFP

Viernes, 27 de julio 2018

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El eclipse lunar más largo del siglo XXI tiñó de rojo este viernes a nuestro satélite, mientras que Marte, casi en su punto más cercano a la Tierra, brilló con todo su esplendor, deleitando a medio mundo, aunque las nubes en los cielos europeos eclipsaron la fiesta.

El doble espectáculo pudo observarse a simple vista, sin necesidad de protección como ocurre con los eclipses de Sol, con la salvedad de las nubes. «Lo único que tienen que hacer es... salir», animó a los aficionados la Royal Astronomical Society de Londres.

El eclipse, que corresponde al momento en que la Luna se sumerge en la sombra de la Tierra, pudo verse total o parcialmente en medio mundo: África, Europa, Asia y Australia. Pero es en el este y el sur de África donde mejor se apreció el espectáculo. En todos los países concernidos se organizaron actividades para observar el fenómeno.

Cerca del lago Magadi, a 100 kilómetros al suroeste de Nairobi, una pareja, Susan Muraban y Chu Owen, instalaron su propio telescopio para que los vecinos pudieran admirar el espectáculo.

«Ya lo hicimos cuando el eclipse solar de 2016», dijo Susan Murabana, de 39 años. En esa ocasión vinieron unos 300 miembros de la comunidad local, en su mayoría indígenas Masai. «Es la forma de darles una oportunidad» para poder observar ese tipo de fenómenos, explicó Susan, mientras su marido instalaba el aparato. El lago Magadi está en una región aislada, lejos de la contaminación lumínica de las ciudades.

Al mismo tiempo, en Túnez, más de 2.000 personas se congregaron en la Ciduad de las Ciencias de la capital para admirar el eclipse, incluyendo numerosos niños, que esperaban su turno para mirar la luna a través de los telescopios.

El fenómeno fue menos espectacular en el Condado de Dorset, en el suroeste de Inglaterra, donde quedó empañado por las espesas nubes, como ocurrió en buena parte de Europa. «Es decepcionante», declaró Tish Adams, de 67 años, en la estación balnearia de West Bay, en dicho condado. «Tomé algunas fotos pero no había nada más que una pequeña estela rosa en el cielo. Habría estado tan bien verla».

Vista de la Luna desde El Cairo (Egipto).
Vista de la Luna desde El Cairo (Egipto). Reuters

En América Latina, el eclipse será visible en la penumbra crepuscular del viernes en la costa oriental del continente, en Brasil, Uruguay y Argentina, aunque el invierno austral puede complicar la observación del fenómeno.

En Madrid, el ayuntamiento propuso a los habitantes de la capital disfrutar del espectáculo junto a un lago en el gran parque de Pradolongo, al sur de la ciudad, durante un evento amenizado con la actuación del artista español de música electrónica Pional.

La página web www.timeanddate.com ofrece información con ubicaciones exactas y horarios para ver el eclipse entre el viernes y el sábado.

Para que tenga lugar un eclipse de Luna se necesita una alineación casi perfecta entre el Sol, la Tierra y la Luna. Así, cuando nuestro planeta se encuentra entre la estrella y el satélite, proyecta su sombra sobre la Luna oscureciéndola.

La Luna llena entra poco a poco en la penumbra y después en la sombra para encontrarse totalmente a oscuras antes de salir progresivamente de dicha zona.

El fenómeno completo empezó a las 17:14 GMT y terminó a las 23:28 GMT. El momento más interesante del eclipse, cuando la Luna se encuentre completamente en el cono de sombra proyectado por la Tierra, empezó a las 19:30 GMT, hasta las 21:13 GMT.

Esta fase, denominada fase de «totalidad», durará casi una hora y tres cuartos (103 minutos), lo que constituirá el eclipse de Luna más largo del siglo XXI. Este es el segundo eclipse total de Luna de 2018. El primero tuvo lugar el 31 de enero.

Imagen de una fotografía tomada desde Najaf..
Imagen de una fotografía tomada desde Najaf.. AFP

Privada de los rayos del Sol, la Luna no solo se oscurece sino que toma un tinte color ladrillo: la atmósfera terrestre desvía los rayos rojos de la luz procedente del Sol hacia el interior del cono de sombra, que se reflejan así en la superficie de nuestro satélite natural.

El otro protagonista de la noche fue el planeta Marte, que debía situarse a 57,6 millones de kilómetros de la Tierra. Habrá que esperar hasta 2035 para volver a ver el «planeta rojo» tan cerca de nosotros. A simple vista se puede apreciar un punto brillante en el espacio pero con un telescopio será posible apreciar sus detalles.

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