Un nuevo milagro del doctor Piñal

Muchos de los enfermos son incomprendidos y tratados de locos. «Tuve una paciente que fue a juicio por simuladora y perdió su trabajo porque pensaban que se lo inventaba», declara Del Piñal. La enfermedad, que el doctor considera que no existe como tal, se desencadena por un traumatismo sufrido anteriormente, como una fractura o una rotura. El dolor va aumentando hasta que se hace insoportable sin que los médicos sepan el por- qué. «Yo lo que he descubierto es que hay un nervio en la mano que se irrita y es la causa del dolor intenso. No sé cómo se produce, pero sí sé cómo se soluciona y eso es lo importante, poder quitar el dolor a los pacientes».

«Llevo 25 años detrás de esto, al principio no dormía pensando si realmente había conseguido dar con la solución. Un día comenté a un anestesista que había curado a un paciente que llevaba 9 años en cuidados paliativos, y él me dijo que su trabajo era quitar el dolor, no saber qué les pasa a los pacientes. Ahí me di cuenta de que cuando te diagnostican una enfermedad así, te derivan a un médico cuya finalidad sólo es quitarte el dolor, y de ahí no hay quién les saque». Los tratamientos paliativos lo que hacen es calmar el dolor a base de fármacos como la morfina que crean dependencia en los pacientes. «Un niño al que operé tuvo síndrome de abstinencia al dejar todos los medicamentos que tomaba», asegura Francisco del Piñal al respecto.

Lograr que una revista publique sus avances no ha sido fácil, muchas han rechazado el artículo tras considerar que los resultados no eran creíbles. «Yo les decía: pero si os estoy mandando vídeos y fotos, no van a ser actores. Soy un médico con cierto prestigio y no voy a poner en riesgo mi reputación con algo falso», afirma el cirujano cántabro. El cambio es grande y complejo, por ello la revista que ahora ha validado el artículo ha realizado diez revisiones.

Los testimonios de algunos de los pacientes son muy esperanzadores: algunos de los más significativos relatan que «por primera vez en cuatro años he dormido cinco horas seguidas»; «sufría un dolor terrible, la operación me ha revivido»; o «el dolor ha desaparecido y he vuelto a mi vida».