Pesetas

Estas son las monedas de cinco duros por las que dan un dineral

Justamente estos son los rasgos que los amantes de la numismática persiguen en cada ejemplar. Igualmente, en función de cada uno de estos aspectos es que muchos ejemplares pueden llegar a alcanzar valores verdaderamente impactantes. En cuanto a las denominaciones más comunes, encontramos que las de 25 han sido unas de las más representativas y recordadas. Sobre todo, por una característica puntual, y es que, algunas de ellas poseen un agujero de en medio.

Dicha característica, sostienen algunos expertos, fue definida para evitar falsificaciones, así como en homenaje a la moneda de 25 céntimos de 1927. La primera en ser fabricada con esta singular característica. De acuerdo con Javier Mercado, experto numismático consultado por este diario. La mayoría de monedas de 25 pesetas como es el caso de las de 1957 y sus variantes. O las de 1975, 1982-1984 y las de 1992-1995, son los ejemplares más comunes y «normales». Por lo tanto, su valor numismático no supera los 560 euros, como es el caso de la moneda de 2 pesetas de 1957*59.

Otros ejemplares, aunque más especiales, como las 25 pesetas de Alfonso XII entre 1876-1881. Tienen un precio de acuerdo a su peso en oro, es decir, 8,06 gramos, lo que equivale a 456 euros de acuerdo al coste actual del metal. Con todo, quizá los dos ejemplares de monedas de 25 pesetas más costosos y especiales, tal como lo comenta Mercado son, las 25 pesetas de 1885*18-86 de Alfonso XII. Así como las 25 pesetas de Amadeo I, siendo quizá este el ejemplar más caro de la historia.

El primero alcanza unos 4000 euros si está en buen estado de conservación. Mientras que la segunda puede alcanzar valores de hasta más de 70.000 euros. Tal como lo advierte mercado, estas últimas, no son monedas aptas para los bolsillos de la clase media, como si lo pueden ser las pesetas de Alfonso XII que podrían ser una perfecta inversión para quienes se están adentrando en el mercado numismático.