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Miércoles, 27 de diciembre 2017, 09:06
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Un ciudadano chino, identificado sólo como Zeng, tenía 33 años cuando en 2005 mató a un tío de su esposa, tras una pelea por 500 yuanes (unos 60 dólares), y huyó de su aldea. Sin embargo, en otra provincia, halló trabajo en una obra en construcción, se casó nuevamente y tuvo un hijo. Por si fuera poco, según informa la agencia china Global Times, durante los últimos 12 años ha fingido ser mudo para no ser descubierto.
Al cabo de todo este tiempo la policía local finalmente sospechó de él por no tener documentos de identidad y lo detuvo a principios de este año. El pasado mes de octubre le tomaron muestras de sangre para un análisis de ADN. Fue entonces cuando las autoridades descubrieron que su 'huella genética' se parecía mucho a la de los padres de un asesino buscado durante 12 años.
Según reveló la policía más tarde, el hecho de haber permanecido tantos años callado y sin emitir voz alguna atrofió completamente las cuerdas vocales de Zeng. Cuando los agentes le preguntaron por qué había elegido no hablar, él les escribió lo siguiente: "Cuanto menos digo, menos posibilidades tengo de cometer un error".
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