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Las marcas propias del distribuidor acaparan amplias zonas de los expositores en secciones como alimentos envasados y cuidado del hogar.

La realidad tras las marcas blancas en España

España es el segundo país europeo que más marcas blancas consume. Tras la crisis, siguen ganando terreno: ya son el 40% de la cesta de la compra. Cada vez más sofisticadas, ya nadie las asocia a peor calidad o bajo precio

INÉS GALLASTEGUI

Domingo, 16 de junio 2019, 09:04

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Bajo precio y calidad garantizada por el hipermercado han sido tradicionalmente las características de los artículos de marca blanca, producidos por un fabricante 'invisible' y ... comercializados con una marca propia del distribuidor. A España llegaron tarde, pero fueron ocupando su sitio y experimentaron un 'boom' durante la crisis. Con la recuperación económica, sus ventas se estancaron. Ahora vuelven a despegar con nuevos bríos. Ya no son el típico paquete de arroz o tetrabrik de leche a precio de saldo y sin etiqueta; se trata de productos cada vez de más calidad, sofisticados, innovadores, incluso de capricho, por los que el consumidor está dispuesto a pagar más. Platos exóticos listos para comer, alimentos ecológicos, vegetarianos o 'de la tierra' y cervezas 'premium' son algunos ejemplos. España es el segundo país de Europa que más marcas de distribuidor consume -el 40% de la cesta de la compra-, después de Reino Unido.

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Compra en el supermercado: ¿qué hay tras las marcas blancas?