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Así es el Hotel tetris: un edificio pionero en el mundo

Así es el Hotel tetris: un edificio pionero en el mundo

Habitaciones prefabricadas en Polonia compondrán en Nueva York el alojamiento modular más grande del mundo. «Es más rápido y rentable»

SUSANA ZAMORA

Jueves, 25 de abril 2019, 08:28

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Con sus 110 metros no será el más alto del 'skyline' de Nueva York; tampoco será el más caro, ni el más lujoso, ni siquiera el que tendrá las vistas mas sobrecogedoras de la Gran Manzana, pero cuando se inaugure se convertirá en el hotel prefabricado más grande del mundo y, con toda probabilidad, el más rápido en construirse.

Tendrá 26 pisos y 168 habitaciones, pero ¿es posible levantar en solo tres meses un edificio de tales dimensiones en pleno Manhattan? La cadena Marriot International, que esta semana ha anunciado el inicio de las obras para finales de otoño, está segura de ello. ¿Su estrategia? Simultanear los trabajos sobre el terreno mientras se fabrican en Polonia los módulos que contendrán las habitaciones y los salones. De este modo, a medida que los dormitorios estén terminados serán transportados en barco hasta Nueva York. Llegarán listos para ser usados, con sus paredes pintadas, sus camas y almohadas listas para ser estrenadas y los baños con la grifería instalada. Una vez allí, serán trasladados por la noche (las calles registran menor actividad y permiten el transporte de mercancías pesadas) en camiones hasta el 842 de la Sexta Avenida, en pleno barrio de Chelsea, para ser ensamblados con la ayuda de imponentes grúas como si fueran piezas gigantes de Lego. La confianza de los gestores de Marriot International en el proyecto es tal que confían en ver entrar a finales de 2020a sus primeros clientes en el que ya ha bautizado como AC Hotel New York NoMad. «En Norteamérica, el proceso de construcción apenas ha cambiado en los últimos 150 años y es hora de innovar», pregona Eric Jacobs, director de Desarrollo.

Para la cadena, en este tipo de hoteles prefabricados todo son ventajas: rapidez en la construcción, ya que se realizan dos tareas a la vez (trabajos de cimentación 'in situ' y de fabricación de módulos fuera) y reducción a la mitad del plazo de ejecución. Un factor que creen «trascendental», porque detrás hay una cuenta de resultados y hay que minimizar gastos. Además, se disminuye la producción de residuos y la generación de ruidos, pero también se gana en calidad, porque en la fábrica se establecen controles que son más difíciles de implantar en la obra.

La frecuente escasez de mano de obra en la industria de la construcción ha llevado a muchas empresas del sector a recurrir a este tipo de soluciones para acelerar los proyectos y, de paso, abaratar los costes de producción. En el caso de los hoteles pueden disponer de sus propiedades en menos tiempo e incrementar los ingresos. Para los huéspedes también son ventajas: mientras que en un hotel tradicional la división entre habitaciones es una pared (no siempre tienen el grosor adecuado para una buena insonorización), en el caso de los dormitorios modulares la separación es mayor y el aislamiento acústico más eficaz.

Esta fórmula no es nueva en el sector hotelero, pero sí lo bastante arriesgada como para que muchos promotores se lo piensen dos veces antes de embarcarse en un negocio de estas características. «Es necesario disponer de un buen capital inicial, ya que a diferencia de un edificio tradicional, la mayor parte de los gastos se concentran al principio», explica Sanat Patel, socio gerente de Avana Capital, que financia el proyecto, valorado en 58 millones de euros. En la cara B también está la «limitada» capacidad de fabricación, «pues las empresas dedicadas a la construcción modular están ocupadas en en hospitales, viviendas o apartamentos prefabricados para estudiantes», asegura Tom Hardiman, director ejecutivo del grupo Modular Building Institute.

Pese a todo, cada vez son más las cadenas hoteleras que se atreven con este modelo. Los primeros ejemplos surgen en Francia a principios de este siglo con los hoteles de bajo coste Formule 1. Ahora su implantación está capitaneada por la cadena estadounidense Hilton, con decenas de hoteles prefabricados que destierran la idea de que lo modular es de baja calidad. En Reino Unido, hay cuatro abiertos y tres en diseño o construcción. El primero fue Hampton By Hilton en el aeropuerto de Bristol en 2016, con más de 2.000 habitaciones. También hay ejemplos en EE UU. En agosto del pasado año, la grúa empezó a colocar las primeras piezas del hotel modular que abrirá este año en el aeropuerto de San Francisco, el Home 2 Suites, de Hilton.

En el caso de Marriott ya cuenta con 30 hoteles edificados con módulos prefabricados, que en su mayoría son de marcas de perfil intermedio. Pero también los ha utilizado para sus hoteles de gama alta, como los de Courtyard, Fairfuled, Spring Hill Suites y Towne Place Suites. El próximo establecimiento que usará esta tecnología es el Hotel Moxy, que abrirá en Oakland (California).

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