Los hobbits murieron de sed
Espeleología. El 'hombre de las flores' se habría extinguido por un cambio climático que llevó la sequía a la isla donde vivía hace 61.000 años, según en estudio
Hubo una vez una especie de homínidos, que ahora se conoce como 'Homo floresiensis', porque vivió en la Isla de las Flores, en Indonesia. De ... pequeño tamaño, se les conoce también como hobbits –en honor a la raza que inventó J. R. R. Tolkien en su saga–, su existencia se descubrió en 2003. Con muy pocos datos de su paso por la Tierra, planeaba una duda que ahora ha sido resuelta: ¿por qué desapareció?
Un equipo de científicos de la Universidad de Wollongong (Australia) asegura ahora que el cambio climático aceleró su extinción hace 61.000 años, después de estudiar una cueva que habitaron durante 140.000 años. En el artículo 'Inicio de la aridificación estival y declive del Homo floresiensis', publicado Communications Earth & Environment del grupo Nature, se mantiene que, en particular, les afectó la poca disponibilidad de agua dulce.
Para demostrarlo, el estudio utilizó un dispositivo que reconstruyó las precipitaciones de aquella era. El «modelo geoquímico» reveló una «disminución sostenida de la precipitación media anual», que empezó hace 76.000 años.
Apoyados por mediciones de estalactitas y niveles del océanos, dedujeron que las lluvias estivales registraron «mínimos históricos» que no sólo afectaron a los hobbits. También a sus presas habituales en las que basaban su dieta, como el elefante pigmeo ('Stegodon florensis insularis'), el marabú gigante ('Leptoptilos robustus') o el buitre ('Trigonoceps sp'). El estudio de los restos de estos animales antiguos ayudaron a determinar la causa de la extinción homínida en la isla que ocuparon y único lugar donde se han encontrado sus restos.
Comedor de gramíneas, la aridez progresiva del paisaje hizo que dejaran su «refugio rocoso» donde se encontraron los fósiles. Murieron en un contexto de recursos cada vez más escasos. Los científicos no descartan, además, la presión que pudo suponer una posible competencia con los 'sapiens'. «El aparente abandono de Liang Bua permite una posible superposición con la migración de los humanos modernos».
Dicen los autores, encabezados por el investigador ambiental Garry K. Smith, que esa extinción es un ejemplo de cómo el cambio climático puede hacer peligrar la supervivencia de especies cercanas al hombre.
Ponen así, delante de la humanidad, un espejo donde mirarse. En este caso, la sequía, sobre todo la de verano que evaporó los lechos de los ríos, sería la responsable de la desaparición de los parientes cercanos del hombre.
«Nuestra reconstrucción de precipitaciones, datada con precisión», sentencia el artículo, «proporciona un marco cronológico sólido para futuros estudios que investiguen la extinción de estas especies emblemáticas en el contexto de un cambio climático importante».
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