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La alarmante garrapata que arruina la vida a las hermanas Hadid

La alarmante garrapata que arruina la vida a las hermanas Hadid

Las hermanas más poderosas de la moda viven bajo la amenaza de la enfermedad de Lyme, que llevó a su madre a intentar quitarse la vida.«El dinero no compra salud»

LUIS GÓMEZ

Domingo, 4 de febrero 2018, 10:46

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Gigi y Bella Hadid lo tienen todo y no tienen nada. Tienen todo el dinero del mundo, pero les falta lo más importante: la salud de su madre. Son guapas y arrasan en las redes sociales y las pasarelas, más la primera que la segunda, que se ha encaramado a los primeros puestos de las modelos mejor pagadas, con unas ganancias anuales de 9,5 millones de dólares. Por si fuera poco, tienen a sus pies a los grandes diseñadores, que no es moco de pavo, al garantizarles jugosos contratos con las mejores firmas de moda y belleza. Tampoco les ha ido mal en sus relaciones sentimentales. Gigi lleva tiempo con Zayn Malik, cantante y compositor que triunfa en solitario tras arrasar al frente de la extinta 'boy band' One Direction, mientras que su hermana cambió a The Weeknd por el exnovio de Kendall Jenner, Jordan Clarkson, jugador de los Lakers.

En definitiva, que viven como reinas. En realidad, lo llevan haciendo toda la vida. Sus padres son multimillonarios y les han dado todos los caprichos. Pero la dicha, por mucho que suene a tópico, rara vez llega a ser completa. Llegados a este extremo, ¿qué puede fallar para que su vida roce la tragedia? Aunque suene a chiste, su fabulosa existencia está amenazada por las picaduras de un ácaro de forma ovalada, de cuatro a seis milímetros de largo y con las patas terminadas en dos uñas, que utilizan habitualmente para agarrarse al cuerpo de ciertos mamíferos para chuparles la sangre. Hablamos de las temibles garrapatas. Si cambiamos el concepto de 'ciertos mamíferos' por el nombre de su madre, la holandesa Yolanda Hadid, damos con la clave de un asunto que ha arruinado sus vidas y tiene en vilo a todo Beverly Hills.

La matriarca acaba de publicar un terrorífico libro titulado 'Believe Me: My Battle with the Invisible Disability of Lyme' ('Créanme: mi batalla contra la invisible incapacidad de la enfermedad de Lyme'). Narra en él la desgraciada vida que lleva desde que, en 2012, un médico belga le diagnosticara esta dolencia crónica -la misma que padece la cantante Avril Lavigne- tras detectarle una peligrosa infección en el cerebro.

«Llévame en una ola»

A sus 53 años, esta exmodelo, diseñadora de interiores y estrella televisiva cuenta que ha perdido «la habilidad» de leer, escribir e incluso ver la televisión. No solo eso. Se ha visto obligada muchos días a pasar en cama hasta 22 horas por el agotamiento, insomnio, ansiedad e insufribles dolores. Tan mal estaba que pensó en quitarse la vida. Lo intentó en un viaje que realizó junto a su segundo exmarido, David Foster, a Florida. Si, afortunadamente, no lo consiguió fue porque en el último instante, mientras dejaba que las olas la arrastraran, pensó en sus tres hijos. «Me quito la ropa y me sumerjo en el océano azul oscuro, que está templado y es confortante. Las olas bañan suavemente mi cuerpo desnudo y puedo sentir la corriente tirando de mí. Dios, por favor, simplemente llévame lejos en una ola. No puedo vivir así ni un día más. Por favor, llévate mi cuerpo de aquí. Sólo quiero desaparecer», contó.

Hadid, que pasó la adolescencia ordeñando vacas y limpiando cuadras en la granja familiar hasta que falleció su padre y fue descubierta por el típico cazatalentos de una agencia de modelos que la llevó a Nueva York, parecía una mujer que podía con todo. Pero la enfermedad la dejó exhausta: «Soy una luchadora, pero me tuve que rendir», escribió. Sin embargo, sacó fuerzas y salió del mar al reparar en los rostros de sus tres hijos: Gigi, Bella y Anwar. Curiosamente, los dos últimos padecen también la misma enfermedad. «Aquel pensamiento hizo cambiar mi conciencia. Fue la única cosa que consiguió que no me dejara llevar y ahogarme».

Pese a salvar su vida, su matrimonio naufragó, aunque nunca ha tenido palabras de rencor hacia su expareja: «Convivir con un enfermo de una patología crónica a largo plazo es muy difícil, no solo para el enfermo, sino también para la pareja. Con seguridad, mi dolencia cambió la dinámica de la relación», apuntó. «Intento bromear con la idea de que él se casó con un limón. Es triste, pero cierto. Pasé de ser la novia divertida a convertirme en una mujer sin energía», confesó. Y es cierto que su existencia dio un giro radical: «De pronto, toda mi vida giraba alrededor de mi enfermedad. De la mañana a la noche. Se acabaron la música, las fiestas y las celebraciones. Todo se cerró. Dejé de participar de ese mundo. Tuvimos una hermosa historia de amor que recordaremos siempre. Por desgracia, no era lo suficientemente fuerte para soportar aquellas circunstancias», reconoció.

Yolanda Hadid ha aprendido a convivir con la enfermedad de Lyme. Es otra gracias, entre otras cosas, a que sigue un estilo de vida saludable, tanto físico como psicológico. Si ya se tomaba con buen humor sus ingresos hospitalarios, hasta el punto de que subía a Instagram fotos sin maquillarse tumbada en la camilla, ahora no toma gluten, lácteos, cereales, nada que lleve azúcar, cafeína y alcohol. Tampoco té verde. «Es aburrido, pero me alimentaría de cortezas de árboles durante un año si eso me salvase la vida», detalla una mujer que triunfó como modelo y esposa antes de caer en los infiernos. «Lo he tenido todo y lo he perdido todo, pero menos es más y el dinero no puede comprar la salud», subraya. Lo sabe ella, cuya vida pendió de un hilo por la picadura de una maldita garrapata, y también sus hijas.

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