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Lunes, 16 de abril 2018, 11:46
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Desde hace un tiempo se viene hablando de un posible impuesto específico para las bebidas azucaradas. Incluso la OMS pidió subir el precio de este tipo de bebidas.
La medida ya llegó a Cataluña el pasado verano, y es muy posible que su aplicación se extienda al resto del territorio con el tiempo.
Un estudio realizado en algunas ciudades de Estados Unidos, donde esta medida lleva implementada más tiempo, ha demostrado que gracias a elevar el precio el consumo se ha reducido considerablemente.
Según los datos publicados por American Journal of Preventive Medicine, un año después de que Philadelphia aplicara una de las mayores tasas sobre estas bebidas, un 40% de los ciudadanos estaba dispuesto a abandonar su consumo diario de refrescos.
También han descubierto que los zumos azucarados no se han visto tan afectados con al medida, algo que lleva a pensar a los investigadores que todavía se sigue creyendo que estas bebidas son sanas.
Como efecto colateral ha aumentado el consumo de agua embotellada, algo que no es una buena noticia para el medio ambiente.
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