«Soy fontanero y este es el motivo por el que tus grifos tienen poca presión»

Entre los problemas más frecuentes relacionados con la fontanería encontramos a las fugas, que pueden ser un auténtico quebradero de cabeza, y otros como un grifo que gotea, una tubería obstruida e incluso la aparición de malos olores. Sin embargo, hay otro que puede ser incluso más grave que estos al que no se le suele prestar demasiada atención: que el agua de los grifos salga con poca presión.

«Hay que diferenciar si la falta de presión la tenemos en el circuito de agua caliente o en los dos», explica a IDEAL Alberto Reche, presidente de la Asociación de Instaladores de Fontanería, Calefacción, Climatización y Afines de Granada. Porque en el caso de que la falta de presión ocurra tanto con el agua fría como caliente, lo más probable es que haya «una obstrucción en el filtro», en la entrada de agua, o porque exista «algún problema ajeno a la vivienda».

Para determinar cuál es el problema, Reche recomienda comprobar los aireadores de los grifos para «asegurarnos de que estén limpios y no tengan suciedad o cal». Pero si ese problema de presión únicamente se da en el circuito de agua caliente, es más fácil detectar qué es lo que está pasando: «Aquí lo principal es comprobar si el problema viene de una obstrucción en el sistema de producción de agua caliente».

Habitualmente la falta de presión ocurre más en el circuito de agua caliente debido a que la producción de esta misma suele provocar que la cal «se solidifique» y esto hace que se obstruya «con más frecuencia». «Lo ideal es revisar de forma periódica los sistemas de producción de agua caliente y sustituir o limpiar lo que haga falta».

Y es que, aunque la normativa señale como obligatoria una revisión cada cinco años para las calderas de gas, lo ideal es que se revise el circuito de agua caliente cada uno o dos años y se avise a un profesional del sector si se nota una reducción de la presión en el agua.