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Posado de familia en la inauguración de la Harvard WorldMUN. Efe
Se busca líder del futuro

Se busca líder del futuro

Finaliza el Harvard WorldMUN, que reunió a casi 2.000 jóvenes de 100 países para debatir cómo cambiar el mundo, con el modelo de la ONU

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Viernes, 22 de marzo 2019, 22:02

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Ante los jóvenes de una centena de países que esperaban ansiosos los resultados de una competencia en la que medían sus capacidades para defender un punto de vista e imponer resoluciones a los demás, la palabra que más se repitió fue «líder». En inglés, claro, la lengua franca de un mundo mejor, en el que no hay traductores. En una misma hora la dijeron, y varias veces, cada una de las autoridades del Harvard World Model United Nations, mejor conocido como WorldMUN. Un evento anual que promueve el debate entre «delegados» de universidades de medio mundo. Los líderes eran ellos, los que repletaban el auditorio de la Sala Municipal de Congresos de Madrid, ciudad donde se celebró esta edición, la número 28. «Aquí hay muchos líderes, es hora de empezar a resolver los problemas de la gente»... «Somos 2.000 nuevos líderes»... «Aprendimos liderazgo, tocamos temas importantes»...

En los debates de oratoria no sólo importan las palabras, eso enseñan en las escuelas. Desde el momento del saludo, la inclinación de las manos entrelazadas es importante. Quién queda con el reverso hacia arriba ya tiene un punto. Como los boxeadores en el pesaje. Las frases pueden ser incluso más hirientes que los guantazos, ya que las resoluciones -u omisiones- de la ONU pueden transformar una nación por décadas y costar muchas vidas. Aunque esta vez era una asamblea de mentirijilla, y las frases finales eran exactas proclamas de autoayuda. «Hay que abrir la mente y descubrir el mundo nuevo... Los sentimientos nunca están equivocados... No hay ideas locas: hay sueños... Tranquilos, al final todos estaremos bien», aconsejó en su despedida Álvaro Poblete, director general del 'host team', el equipo logístico de estas olimpiadas de ideas, cuyas cifras oficiales no han sido facilitadas por sus organizadores. A veces la estiman en «casi» 2.000; y otras en 1.800. Tampoco hubo datos de la cantidad de debates, sus temas y participantes o sus conclusiones.

Si los aplausos durante la entrega de los premios «elogios verbales» son reflejo de la realidad, y los gritos y saltos por cada nominación en el WorldMUN en categorías como 'Oficina sobre Drogas y Crímenes', 'Agencia Internacional de la Energía Atómica' o 'Salud Global', se corresponden con las votaciones a favor de las propuestas de los países en las Naciones Unidas, los más populares, o los que tenían más recursos para enviar delegados, son Estados Unidos, India y Rusia, a juzgar por las reacciones estilo Eurovisión del Auditorio del Palacio Municipal de Congresos. Los menos, Sri Lanka, Perú, San Marino, Nicaragua y Costa Rica. Venezuela, representada por dos universidades, una pública y otra privada, logró arrancar una aclamación de gran parte de la sala, reflejo de la solidaridad internaciones actual.

Una hora antes, durante la actuación inaugural, la cantante Paula Pérez pidió al público que se levantara de sus asientos. «¡Oh, no!», lamentó un grupo de tímidos adolescentes. «I know you, guys», dijo Pérez y comenzó en 'playback' una canción tan discotequera como las que bailó este contingente de adolescentes durante sus cinco noches en Madrid. La amistad se fraguó en fiestas con títulos como «Movida madrileña», «Cabaret night» o una imitación de la «Feria de Sevilla», en las que, por lo que se apreció en el vídeo de despedida, las coreografías las hacían también por equipos de debate. Es decir, por países y sus aliados respectivos.

Cuando se acercaba la hora de conocer las delegaciones ganadoras, se produjo el momento más emotivo de la tarde. Alba Gavaliugov, presidenta del 'host team', dijo: «Olvidamos las palabras, pero no lo que sentimos en un momento particular; las emociones persisten y los sentimientos nunca se olvidan. Lo que va a pasar ahora, aquí, es único». Entonces pidió, como antes la cantante, que se levantaran. Una vez que los obedientes chicos estaban de pie, les pidió que se miraran unos a otros y luego que se tomaran de las manos. Como en una misa. De élites. Un rebelde joven gigante de Gran Bretaña bostezaba y miraba su móvil y le enseñaba unos memes a su compañera de al lado cuando llegó la gran exhortación a los futuros líderes. «Vosotros estais preparados para hacer los cambios, ¡empezad!».

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