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Martes, 10 de abril 2018, 21:07
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Los habitos alimenticios de hoy en día resultan, a menudo, poco «saludables» porque, se abusa de cereales secundarios. Los expertos alertan también del peligro de las vidas desordeandas y del estrés. El peligro de no llevar una dieta ordenada es que puede desencadenar afecciones como la diabetes, la gota, la presión arterial alta y, sobre todo, la obesidad. No todo el mundo está preparado para consumir sin control cereales secundarios.
Según las estadísticas, para 2024 se producidrán 394 millones de toneladas de cereales secundarios para forraje y 31,05 para consumo humano.
¿Qué son los cereales secundarios? En esta categoría entran cereales como el maíz, el mijo, arroz rojo, arroz negro, arroz morado, sorgo, cebada, avena, trigo sarraceno y similares; frijoles, judías verdes, frijoles rojos, frijoles negros, habas, guisantes, etc., así como tubérculos, batatas y patatas.
Consumir granos enteros contribuye a combatir la «resistencia a la insulina», el hígado graso y otras enfermedades crónicas. Pero esta receta no sirve para todos.
Quienes tienen una digetión débil tendrán menos hambre a lo largo del día después de ingrir granos gruesos. Si hay otras enfermedades -como la cirrosis o úlcera gástrica- pueden provocar hemorragia.
Y muy importante, cuando se coman granos gruesos hay que beber mucha agua.
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