¿Es necesario que los niños tomen vitamina D por la falta de sol durante el confinamiento?

Según Teresa Cenarro, pediatra y vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), en principio este confinamiento no tiene por qué provocar falta de vitamina D en los niños. «Si hasta el momento los niños han estado al aire libre y han tomado una alimentación completa no tienen por qué sufrir déficit, ya que el tiempo de confinamiento que hasta ahora hay previsto no es suficientemente largo para provocarlo», explica.

Para que los niños continúen recibiendo la vitamina D que necesitan, esta pediatra recomienda la ingesta de alimentos ricos en dicha vitamina: «pescado azul pequeño (el grande no, porque puede contener metales pesados perjudiciales para los niños), la yema de huevo, los lácteos y los champiñones». Asimismo, si es posible porque la casa tiene terraza o patio, es aconsejable también «exponerse de manera responsable al sol entre 10 y 30 minutos al día». Una media de 20 minutos diarios puede ser suficiente, pero siempre tomando precauciones para evitar las quemaduras. También es posible adquirir vitamina D si el sol entra en casa, pero sólo en caso de que los cristales de las ventanas estén abiertos.

Con respecto a si se debe o no administrar un complemento vitamínico, explica Cenarro que es un asunto controvertido actualmente: «es un tema cambiante en función de lo que vamos viendo en diferentes estudios». Es por ello que las recomendaciones durante la crisis del coronavirus podrían ir variando.

De momento la recomendación genérica para la población indica que no es necesario que los niños ingieran un suplemento de vitamina D. No obstante, «en el caso de niños que no toman alimentos ricos en vitamina D y que no vayan a recibir ni un rayo de sol en su casa igual si habría que plantearlo», explica Cenarro. En todo caso, sería un pediatra el que debería valorar individualmente la necesidad de dicho suplemento.