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Encuentran un débil pero amplísimo resplandor del Universo temprano

Encuentran un débil pero amplísimo resplandor del Universo temprano

Investigadores del Instituto Leibniz alemán estudian el material que rodea las primeras galaxias

josé i. cejudo

Jueves, 1 de enero 1970

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Es bien sabido que el cielo muestra el pasado, lo que ya ocurrió millones de años atrás a distancias salvajes de nuestro planeta y que sólo se presenta a nuestros ojos como un reflejo retardado en el tiempo. El estudio astronómico sigue deparando gratas sorpresas que siguen cambiando las perspectivas de los mayores expertos. Uno de los hallazgos más extraordinarios y recientes es el de un débil resplandor, que podría ocupar casi la totalidad del cielo nocturno procedente del Universo temprano, gracias a un proyecto liderado por investigadores del Instituto Leibniz de Astrofísica en Potsdam (Alemania).

Para facilitar una mejor comprensión de la dimensión de este descubrimiento, el astrónomo Tomás Ruiz Lara, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, recuerda para IDEAL que «las grandes distancias que nos separan de los astros y el hecho de que la luz viaje a una velocidad finita hace que la luz emitida desde las estrellas o galaxias que nos rodean tarde un tiempo en llegarnos». Es decir, «si observamos un cuerpo a 2 millones de años luz, como Andrómeda, la luz que estamos recibiendo fue emitida hace 2 millones de años y la estaremos observando como era hace 2 millones de años».

Esta lógica ineludible es la que ha permitido a este grupo de astrónomos del Instituto Leibniz alemán observar en detalle aquellas galaxias, las primeras, que se formaron hace 12.500 millones de años. «En esa época tan temprana, el Universo era un lugar más denso que el actual y, tal y como han demostrado recientes observaciones, las galaxias estaban rodeadas de grandes cantidades de hidrógeno, el medio circungaláctico, a modo de 'escombros' de la formación galáctica que violentamente estaba teniendo lugar en esos momentos», explica Ruiz Lara.

Este hidrógeno podía «dispersar» la radiación emitida por las galaxias a las que rodeaba, generando de esta forma una especie de halos de radiación. «Los astrónomos del Instituto Leibniz han analizado dicha radiación en el campo conocido como 'campo ultra profundo de Hubble', una zona observada por el telescopio espacial durante aproximadamente 270 horas en 2004, y el 'campo profundo de Hubble Sur'», enmarca el investigador del IAC.

¿El resultado? Sorprendente, sin duda. «No sólo encontraron el tipo de radiación Lyman alpha alrededor de zonas donde Hubble no había detectado galaxias, sino que hallaron esta radiación cubriendo casi la totalidad de los campos analizados», certifica Tomás Ruiz Lara. «Suponiendo que todo el Universo sea simétrico, como asumimos en Astronomía, esto supondría que, de tener una supervisión, en una noche estrellada deberíamos de ser capaces de ver esta radiación rellenando el espacio entre galaxias y estrellas proveniente del Universo cuando éste apenas tenía 1.000 millones de años», concluye el astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias.

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