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Viernes, 1 de junio 2018, 12:07
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Piensen en un insecto palo. En su lentitud de movimientos y en su menudo tamaño, en su aparente quietud, camuflado. Esta especie sin embargo se encuentra por todas partes del globo, con una extensión inusual. ¿Cómo es posible? Es la pregunta que muchos especialistas llevan tiempo haciéndose.
Un equipo de científicos se marcó como objetivo resolver este misterio y lo ha conseguido. Partieron de la base de pensar en las plantas. Con movimientos limitados, ¿cómo conseguían expandirse? Efectivamente, gracias a las aves. Estas devoraban sus frutos y luego, al defecar, depositaban sus semillas a muchos, muchos kilómetros.
¿Podría ocurrir algo similar con los insectos palo? Así es. Estos bichos son devorados por aves, y aunque se tiende a pensar que sus crías no sobreviven a sus progenitores, no es cierto. El exterior tan duro de los huevos les permiten mantenerse intactos incluso en ambientes ácidos como las tripas de un pájaro.
El equipo alimentó a un ave de tamaño medio común en el este de Asia y uno de los grandes depredadores de estos insectos en Japón con huevos de tres especies del insecto. Los resultados mostraron un índice de supervivencia de los huevos de entre el 5 y el 20%. Incluso dos eclosionaron. Ahora trabajan para relacionar la genética de los insectos palo con las rutas de vuelo de ciertas aves.
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