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El Curiosity, durante uno de sus viajes por Marte.
Curiosity encuentra en Marte la huella de un antiguo clima habitable

Curiosity encuentra en Marte la huella de un antiguo clima habitable

El rover de la NASA halla boro, un elemento que se encuentra en regiones áridas de la Tierra, donde se ha evaporado el agua

EUROPA PRESS

Miércoles, 14 de diciembre 2016, 12:59

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El róver Curiosity que la NASA tiene circulando en Marte ha detectado por primera vez el elemento boro, un nuevo hallazgo que respalda la idea de que el clima del llamado planeta rojo fue alguna vez benigno e incluso habitable. Pues el boro es una firma elemental que deja el agua evaporada en la Tierra y es frecuente en regiones áridas.

Con este descubrimiento en el Monte Sharp de Marte dentro del cráter Gale, la teoría es que la antigua agua en superficie y el subsuelo de Marte fue una vez líquida y apta para albergar vida. La cámara de análisis químico ChemCam del rover ha estado detectando el boro dentro de venas minerales que son principalmente sulfato de calcio. "Ninguna misión anterior ha detectado boro en Marte", dijo Patrick Gasda, del Laboratorio Nacional de Los Álamos del Departamento de Energía estadounidense.

"Estamos viendo un fuerte aumento en el boro en vetas objetivo inspeccionadas en los últimos meses", añadió Gasda. El instrumento es bastante sensible; incluso en el nivel más elevado, el boro compone solamente cerca de un décimo de un 1% de la composición de la roca. Los científicos están considerando por lo menos dos posibilidades para la fuente de boro que el agua subterránea dejó en las venas.

Quizás la evaporación de un lago formó un depósito que contenía boro en una capa superpuesta, aún no alcanzada por Curiosity, luego el agua re-disolvió posteriormente el boro y lo llevó a través de una red de fractura en capas más antiguas, donde se acumuló junto con minerales para rellenar la fractura de la vena. O quizás los cambios en la química de los depósitos arcillosos, evidenciado por el aumento de la hematita, afectaron la forma en que el agua subterránea recogió y dejó caer el boro dentro de los sedimentos locales.

"Las variaciones en estos minerales y elementos indican un sistema dinámico", comentó John Grotzinger, de Caltech. "El agua influye en la química de las arcillas, pero la composición del agua también cambia. Estamos viendo una complejidad química que indica una larga historia interactiva con el agua. Cuanto más complicada es la química, mejor es para la habitabilidad. Los minerales de boro, hematita y arcilla subrayan la movilidad de los elementos y los electrones, y eso es bueno para la vida", concluyó Grotzinger.

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