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El hombrecillo de Flores: ¿'hobbit' o síndrome de Down?

El hombrecillo de Flores: ¿'hobbit' o síndrome de Down?

Cuando se cumple una década del descubrimiento de un enano que habitó Indonesia hace 17.000 años, investigadores aseguran que no se trata de una especie diferente, sino de un individuo enfermo

Miguel Margineda

Sábado, 15 de noviembre 2014, 00:46

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Hace ahora diez años, aparecía en la isla de Flores, en Indonesia, el cráneo de un homínido adulto que vivió hace 17.000 años, ayer en términos evolutivos. Por aquella época el Homo Sapiens dominaba la tierra, el Neardenthal estaba extinto, y si quedaba alguno, alimentaba los mitos de los monstruos que siglos después abundaron en la historia; el Grendel de Beowulf, por ejemplo.

A miles de kilómetros de Europa, vivía el hombre de Flores, cuyo cráneo indica que tenía el tercio del tamaño de un Sapiens. Fue bautizado como Homo Florensis, 'hobbit' para los amigos. Sin embargo, su descubrimiento generó una polémica que aún hoy perdura. Los paleoantropólogos dedujeron de los restos que este especímen se parecía más a Lucy, a medio camino entre el Australopithecus y los primeros homínidos, que al Sapiens. Pero se encontraron también herramientas de piedra bastante sofisticadas y huesos de grandes animales, lo que demuestra inteligencia y capacidad similares a nuestro antepasado directo.

Unos hablaban de una rama evolutiva del Homo Sapiens, inteligente, pero más pequeño (un Frodo, entre otros como él). Otros defendían la tesis, sustentada por la falta de suficientes restos de otros individuos, de que se trataba de un sapiens enfermo o malformado (un Tyrion Lannister, por ejemplo).

La revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' publica recientemente la última flecha de los escépticos. Maciej Henneberg, de la Universidad de Adelaida (Australia) considera que los huesos del individuo más completo del yacimiento, denominado LB1, indican que sufría síndrome de Down. Basan su argumento en la pequeña circunferencia del cráneo de LB1, entre otros rasgos.

Poco tardaron los defensores de la 'teoría Frodo' en contestar. William Jungers, de la Universidad estal de Nueva York, uno de los descubridores de Flores, responde que no hay precedentes de casos de síndrome de Down en el que un individuo presente una circunferencia craneana tan pequeña como la de LB1. Además, las personas con trisomía carecen de otras características distintivas de LB1, como el prognatismo facial y las gruesas paredes craneanas.

Aunque no se ha demostrado que LB1 sufriera síndrome de Down, los seguidores de la 'teoría Tyrion' esgrimen otras posibles enfermedades que pudo padecer el hombre de Flores.

La revista 'Investigación y Ciencia' reseña la postura del bioantropólogo Thomas Schoenemann. Según él, los defensores de la 'teoría Frodo' insisten en que se trate a LB1 como representante de una nueva especie, a menos que se pueda demostrar una anomalía específica del desarrollo que se ajuste a sus rasgos peculiares. Según él, esa postura es poco razonable, si se tiene en cuenta lo distinto que resulta LB1 con respecto al resto del registro fósil humano. "Lo que realmente necesitamos son más ejemplares y algunos indicios de fósiles que nos indiquen cómo llegó LB1 a la isla de Flores", señala, sin perder en el camino las características de los australopitecos durante más de un millón de años. En Flores siguen excavando.

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