Edición

Borrar
Damien Camizares, en su negocio de Niza. Abajo, el presidente del gremio en Francia denuncia los ataques en la televisión. :: eric gaillard
Piden ayuda para frenar los ataques de grupos extremistas veganos a carnicerías

Piden ayuda para frenar los ataques de grupos extremistas veganos a carnicerías

Los carniceros galos piden a Macron «protección» contra los grupos de veganos «extremistas» para frenar la escalada de ataques a sus negocios

ICÍAR OCHOA DE OLANO

Sábado, 30 de junio 2018, 03:28

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No corren buenos tiempos para despachar mollejas, carrilleras, brazuelo o cebón en el país vecino. Los carniceros franceses se sienten carne de cañón desde que grupos de veganos radicales han comenzado a perpetrar ataques contra algunos de sus establecimientos. Tanto es así, que el gremio se ha decidido a pedir formalmente al Gobierno de Emmanuel Macron «protección policial» contra los activistas de los derechos de los animales. Alegan que su seguridad está bajo amenaza por militantes «extremistas» que «tratan de imponer» un estilo de vida libre de callos, filetes y solomillos en la nación que sacraliza el foie gras.

Lo cierto es que el hostigamiento que soportan estos trabajadores no se ciñe a uno o dos casos aislados. El pasado mes de abril, siete comercios fueron destrozados y rociados con sangre falsa en la región de Hauts-de-France, al norte del país. Los propietarios de dos establecimientos -uno de ellos una pescadería- se encontraron una mañana con las ventanas de sus locales hechas añicos y con un mandato sobre las fachadas escrito por los vándalos con pintura pulverizada: «Stop al especismo». Los antiespecistas se oponen a cualquier tipo de jerarquía entre especies, especialmente entre el ser humano y los animales. Al sur de Francia tambien se han registrado incidentes similares, aunque de menor entidad.

Las intimidaciones y los ataques, «tanto a cara descubierta como enmascarados», han colmado la paciencia del gremio, que exige ahora al Ministerio del Interior que tome cartas en el asunto. Lo ha hecho a través de un escrito. «Contamos con sus servicios y con el apoyo del conjunto del Gobierno para que cesen, lo antes posible, las violencias físicas, verbales, morales que estamos padeciendo», reza la misiva, que firma el presidente de la confederación francesa de carniceros y charcuteros (CFBCT), Jean-François Guihard, en el nombre de 18.000 profesionales del país.

El responsable del colectivo de afectados asegura sentirse «conmocionado» por que una parte de la población «quiera imponer a la inmensa mayoría su modo de vida, por no decir su ideología», y expresa su preocupación por las consecuencias del interés «exagerado» que los medios de comunicación prestan, a su juicio, al veganismo.

Los proveedores de carne no son los únicos que se han enfrentado a la ira de este tipo de activismo. El año pasado, un quesero de Lyon denunció pintadas en su negocio con los siguientes mensajes: «leche es violación» y «leche es asesinato». La CFBCT tampoco olvida lo ocurrido en la región de Occitania, en el sudoeste de Francia, a finales de marzo, cuando una animalista publicó en las redes sociales un mensaje injurioso contra un carnicero ejecutado en un supermercado de Trebes en un atentado yihadista. «Y qué, ¿les sorprende que a un asesino le mate un terrorista? A mí no, siento cero compasión por él. Hay cierto tipo de justicia en ello», escribió tras el crimen.La mujer fue condenada a siete meses de prisión por «apología del terrorismo».

«Frente a esta escalada de la violencia, ¿qué será lo próximo?», se pregunta Guihard. El líder del sector y carnicero en Bretaña opina que «algunos individuos y organizaciones» buscan «sembrar terror» y aclara que su reclamación de protección no pasa por que se coloque a un agente fuera de cada establecimiento, sino por que la Policía vigile a los grupos veganos «extremistas». «Comer o no carne es una elección de cada uno. Solo queremos que las personas respeten nuestro oficio y a nuestros clientes, que son la mayoría de los franceses», agrega.

«Contraproducentes»

Por su parte, la organización L214, una agrupación de lucha no violenta contra el maltrato animal que recientemente ha denunciado prácticas poco éticas en mataderos franceses, condena «toda violencia». Dicho esto, llama la atención sobre el descenso en la venta de carne que se registra en Francia. «Los vegetarianos son solo un 5% de la población. Lo que amenaza el sustento de los carniceros es el 50% de las personas que han decidido reducir su consumo», observa.

En la misma línea se expresa, dentro de nuestras fronteras, la Unión de Vegetarianos de España. «Nuestra postura y nuestro camino siempre han sido la educación y la información; rechazamos cualquier comportamiento que no esté basado en el respeto y la tolerancia. Es más, consideramos que este tipo de comportamientos son contraproducentes porque generan justo lo contrario que deseamos lograr, un rechazo a las ideas veganas entre la población general. El extremismo y la polarización de las posturas no benefician a nadie», enfatiza a este periódico David Román, miembro de la organización.

Mientras en Francia la caída de las ventas de carne ha llevado al sector a presionar (sin éxito) al Gabinete de Macron para que, por ejemplo, impulse leyes que impidan llamar queso o hamburguesa a productos que no sean de origen animal, la proliferación de alimentos veganos en los supermercados españoles no confirma una tendencia similar. De hecho, en el último año, la producción de carne porcina, de vacuno, de caprino y de ave aumentó. Solo la de ovino y de conejo retrocedió.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios