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Balones fuera. «Soy de pocas palabras», advierte la rusa. R.C.
La bailarina que surgió del frío

La bailarina que surgió del frío

Yana Olina esquiva con gran pericia el interrogatorio sobre David Bustamanteen su debut como famosa

ARANTZA FURUNDARENA

Domingo, 7 de octubre 2018, 02:08

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Yana Olina no está dispuesta a bailar con la fama. O eso se desprende de su primera aparición pública en solitario como 'celebrity'. La pareja de David Bustamante en 'Bailando con las estrellas', concurso que por cierto ganaron, se convirtió hace unos días en invitada estelar de la inauguración en Barcelona de Casa Corona, un espacio de ocio destinado a acoger talleres y conciertos bajo el patrocinio de una conocida marca de cerveza. Pero la reina de la pista se marchó con el carnet de baile vacío. Sin perder la sonrisa, Olina demostró ante la prensa que es una experta en el famoso paso de salsa conocido como 'Dile que no'.

Con una habilidad para el escapismo digna de Houdini, Yana esquivó con precisión cada una de las preguntas que le hicieron sobre su supuesta relación sentimental con Bustamante. Y ofreció tan pocas pistas que algunos salieron de allí pensando que entre líneas había anunciado una ruptura y otros, por el contrario, se marcharon convencidos de que su actitud no había hecho sino confirmar un romance que ella y David han decidido mantener en secreto.

Ni una consumada espía de la antigua KGB habría sido capaz de demostrar mayor resiliencia a un implacable interrogatorio. Risueña pero inmutable y sin alzar su suave tono de voz, Olina iba repitiendo una y otra vez, como un mantra para el que hubiera sido entrenada, que «Bustamante ha sido mi pareja de baile en el programa», y de ahí no había forma de sacarla. Hay evidencias de que entre ellos parece haber algo más: imágenes recientes que los muestran paseando de la mano por las calles de Madrid, cenando en un restaurante, incluso yendo juntos a la compra... Pero ella las ignora. «No miro nada, no compro revistas». Tampoco quiere saber de las elocuentes declaraciones de Paula Echevarría en las que la actriz deslizaba que su 'ex' «ha rehecho su vida». «No sé nada -reitera la bailarina-. No he visto nada».

«Me basta con que un hombre sea bueno conmigo, me cuide y me respete»

Rusa de nacimiento, Yana Olina a sus 30 años lleva más de 19 en España, «así que soy casi más de aquí», reconoce. Hace diez años se instaló en Mallorca porque allí encontró a su pareja de baile, Adrián Olmo, y «porque la isla me encanta». Busta reside en Madrid, así que de momento su relación (de existir) tendría que ser a distancia. Pero Yana se refiere al baile como si fuera un sacerdocio que le impidiera tener vida sentimental. «En breve competiremos en un campeonato del mundo y estoy centrada en seguir perfeccionándome y formándome. No tengo tiempo para otra cosa», declara.

«Lo que amo es el baile»

Su trabajo como profesora de danza en el Club Esportiu de Felanitx hace que tenga contacto diario con niños. «Muchos de mis alumnos lo son. Y me encantan. Los niños te llenan de vida». No descarta tener hijos ni tampoco casarse, pero en el futuro, cuando deje de bailar a nivel competitivo. En cuanto al hombre que podría (o no) ocupar su corazón, Yana no se muestra demasiado exigente... «Me basta con que sea bueno conmigo, me cuide y me respete».

Durante la inauguración de Casa Corona algunos informadores llegaron a preguntarse qué hacía en el 'photocall' Yana Olina si ya desde el primer momento confesó que lo suyo es bailar y no posar ante la prensa ni responder preguntas personales. Ella lo justificó como pudo: «Ha surgido esta casualidad y a veces pasan cosas sorprendentes. No esperaba tanta expectación». También dio a entender que sus próximas apariciones públicas estarán estrictamente relacionadas con el baile, «que es lo que realmente amo».

Olina negó que su empecinado hermetismo se debiera a que David le había marcado algunas directrices sobre cómo proceder ante la prensa. «No me ha dado ningún consejo, yo soy de pocas palabras». Y, por si a alguien todavía no le había quedado claro, remató: «Lo mío es el baile». Para sacarla de su zona de confort (la pista de baile) a Yana le preguntaron a bocajarro si su corazón está actualmente libre y contestó con un tímido «sí», susurrante y como hacia dentro, que algunos consideraron revelador y otros ni siquiera percibieron. La rusa tampoco quiso precisar cuándo volverá a bailar, en sentido literal o metafórico, con Bustamante... «Nunca se sabe -contestó-, no sé ni qué voy a hacer mañana».

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