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Germán Castellanos, con las cenizas de su esposa en una bandeja, a su llegada al centro de salud de Lugones. E.C.
Un asturiano lleva las cenizas de su mujer al centro de salud: «La mandaron a casa y murió»

Un asturiano lleva las cenizas de su mujer al centro de salud: «La mandaron a casa y murió»

Su mujer falleció un día antes de jubilarse | «Vinimos a Urgencias y la mandaron a casa sin mirar; murió a las tres horas»

MÓNICA RIVERO

Sábado, 10 de agosto 2019, 14:34

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A las diez de la mañana se presentó el pasado jueves en el centro de salud de Lugones Germán Castellanos. Sobre su mano, una bandeja con las cenizas de su difunta esposa, María Luisa Amores Blanco, que falleció el pasado 5 de agosto, un día antes de jubilarse, a los 65 años. También portó unos jabones para «limpiar la conciencia», cien euros como pago de una consulta «de tres minutos», varios capullos de flores y una invitación para alojarse en el hotel Las Viñas, propiedad del matrimonio, «por la gran atención prestada en la consulta». Todos los regalos, «con significado», eran para el doctor que atendió a la mujer tres horas antes de morir, tal y como recoge El Comercio.

Con este gesto, Castellanos quiso denunciar públicamente el trato médico que recibió María Luisa en su última jornada. El siguiente paso, advirtió, será trasladar el caso a los tribunales.

La mujer acudió el lunes al centro de salud aquejada de unos fuertes dolores de cabeza, explicó el marido. «Vinimos por Urgencias para no tener que pasar por el protocolo del hospital, pero él (en referencia al doctor), se molestó muchísimo porque teníamos que haber pedido vez, así que la mandó para casa sin mirar», sostiene.

No descarta que el final hubiera sido el mismo -está pendiente del resultado de la autopsia que determine la causa exacta del fallecimiento-, pero solo reivindica «que nos hubiera tratado como personas».

Ayer, una vez dentro del equipamiento, Castellanos se negó a entrar en la consulta del médico. «Él quería que pasara a su despacho, le entregué las cosas y le ofrecí que lo que me quería decir lo dijera delante de toda la gente», contó. Considera que en privado poco tienen que hablar, que lo mejor es hacerlo ante los tribunales.

Tanto los profesionales del centro de salud como la Consejería de Salud declinaron ayer ofrecer una explicación oficial sobre lo ocurrido. Empleados del consultorio indicaron que los responsables «están de vacaciones y no hay nadie capacitado en el centro» para hacer una valoración.

«Todo se desmorona»

El fallecimiento ha roto todos los planes. A punto de retirarse, Amores planeaba junto a su marido comenzar a viajar: «Teníamos la vida resuelta para marchar y ahora todo se desmorona», lamentó él ayer. Confesó que era su mujer la que «llevaba todo en la casa», por lo que sin ella se siente «sin nada». Un final donde no recibió el trato que le hubiera gustado. «La gente viene y cree que no pagamos a la Seguridad Social pero yo pagué 47 o 48 años», se quejó.

Esta misma semana el centro de salud de Lugones ya fue protagonista de otra polémica. Las largas listas de espera de hasta dos semanas para realizar consultas de Atención Primiaria han convertido el servicio en objeto de críticas políticas y vecinales.

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