Alarma de la Policía por la procesionaria que sigue en los parques: «Es muy peligrosa»

La oruga puede ser de entre 4 y 6 centímetros, con cabeza y piel de color negro y costados de color gris. En su dorso dispone de unos pelos rojizos que son los que generan esas picaduras. Pueden incluso lanzar sus pelos sedosos al aire cuando se sienten atacadas, provocando irritaciones y alergias.

Al ser humano le surgen ciertas ronchas y manchas rojizas que, en caso de empeorar, podrían derivar en problemas respiratorios. Si bien es cierto que existen procesionarias que no pican.

Lo primero, lavando fuerte con agua y jabón para retirar los pelos del cuerpo. Se puede utilizar una crema con corticoide tópico o acudir a un centro de urgencias en caso de complicaciones.

¿Y si afecta a nuestra mascota? Los síntomas son claros: hipersalivación, inflamación de la lengua y ampollas en ella. En caso de haber sido ingerida, el animal podría morir. Si ha entrado en contacto, lo mejor es llevarla al veterinario de confianza para la imposición de un tratamiento.